FLORENCIA EN EL AMAZONAS

 

Personajes

 

FLORENCIA

ROSALBA

PAULA

ÁLVARO

ARCADIO

CAPITÁN

RIOLOBO

Famosa cantante

 Periodista

Una pasajera, esposa de Álvaro

Un pasajero, esposo de Paula

Sobrino del Capitán

Capitán del barco

Un marinaro

Soprano

Soprano

Mezzosoprano

Barítono

Tenor

Bajo

Barítono

 

 

La acción se desarrolla en Leticia, Colombia, a comienzos del siglo XX.

 

PRIMER  ACTO


Escena Primera

(Muelle en Leticia, Colombia. Río Amazonas. Principios del
siglo XV. Llega Florencia, cubriendo su rostro con una mascada
(pañuelo de seda). Los pregoneros ofrecen su mercancía, rica en
texturas y colore: granos, frutas, verduras, animales; polvos,
aceites, ópalos, esmeraldas y plata)

CORO DE PREGONEROS
¡Jarabe para el amor!
¡Compre usted este caimán!
¡Grosellas, grosellas!
¡Las cocadas de piña!
¡Dulces, dulces para la niña!
¡Aguardiente, aguardiente
para darle lustre al diente!

NAVIERO COJO
Para darle lustre al diente
para ser más complaciente
para ver lo que se siente
¡Un traguito de aguardiente!

(todos ríen incluyendo a Riolobo que ha entrado a cubierta)

RIOLOBO
¡Hace años que esperábamos este momento!
Una llave de plata: la voz luminosa de Florencia Grimaldi,
reabrirá la cerradura dormida del teatro.
Una llave y un canto.
Aquí están sus ropajes
su manzanilla, sus perfumes,
pero cuando Floreada llegue
nadie podrá reconocerla
Dicen que sólo el escenario la materializa.
Desde hace tiempo
nadie la ha visto antes o después
de que suba o caiga el telón.
En cada función aparece distinta:
quimera, fantasía,
mujer misterio,
como una amazona de este río.

RIOLOBO
(gritándole al capitán desde el muelle)
¡Ea, Capitán, querido viejo!

(El Capitán
le responde con un gesto de la mano)

RIOLOBO
(al público)
Es un amante fiel.
Su novia, la vida, corresponde su amor
y se le entrega en cada viaje:
en juego de sol, salto de pez
que goza la corriente.

(Arcadio, el sobrino del Capitán, entra a escena)
 
Arcadio: ¡un hombre condenado!
El sobrino del Capitán siempre desea estar
en o parte, otro sitio, o lugar.
Otro sino familiar.

(Entra Rosalba. Abraza contra sí una
libreta. Ve el
cartel que anuncia "Florencia Grimaldi en Manaos”)

ROSALBA
Florencia Grimaldi: una mujer libre.

(A Riolobo)
 
¿El vapor a Mantos?

RIOLOBO
El Dorado es su nombre.
Viaja al corazón de la selva,
centro del universo, a la orilla de un río.
Bajo el agua,
una grieta profunda como una herida de amor.

ROSALBA
Agradable manera de hablar,
pero si quiere que le diga la verdad
creo que al amor lo inventó un ocioso.

RIOLOBO
Un ocioso alegre y muy creativo.
¡Dios, en el día de su cumpleaños!

ROSALBA
¿Llegaremos a tiempo para escuchar a la diva?

RIOLOBO
A eso vamos, allá iremos.

ROSALBA
Cuestión de vida o muerte que lleguemos.

RIOLOBO
(Al público)
Rosalba Montealbán: escritora.
No sabe que tiene lo que añora.
¡Pero, cuidado, muchacha
porque un día encuentras lo que buscas!
La vida te concede tu deseo y hasta más.
¡Cuida lo que pides a un Dios tan generoso!
¡Y ocioso también! ¡No cabe duda!

(Entran a Paula y Álvaro)

PAULA
(A Álvaro)
Sí o no.

ÁLVARO
Paula, cariño, ya dije que sí.

PAULA
Álvaro, cariño, yo escuché que no.

ÁLVARO
¡Dejemos ya eso!
¡Por fin podremos oír a la Grimaldi!

PAULA
Dicen que su voz tiene poderes.

ÁLVARO
Que convierte el cansancio...

PAULA
... en fuerza pura.

PAULA, ÁLVARO
¡Arder de nuevo!

RIOLOBO
(aparte)
Paula y Álvaro:
el brillo de un amor que se opacó.

PAULA
¿Te acuerdas del primer día?

ÁLVARO
No. Lo he olvidado.

(Paula y Álvaro embarcan)

RIOLOBO
(Al público)
Mi nombre es Riolobo
y soy una criatura de este río.

(El Capitán se adelanta y grita)

CAPITÁN
¡Todos a bordo!

CORO
¡Todos a bordo!

RIOLOBO
¡La diva no ha llegado!

CAPITÁN
¡Leven las anclas!

CORO
¡Leven las anclas!

RIOLOBO
¡La diva no ha llegado!

CAPITÁN
¡Zarpamos! ¡Suelten las amarras!

CORO
¡Suelten las amarras!

RIOLOBO
¡La diva no ha llegado!

(Florencia corre al barco)

CAPITÁN
¡Zarpamos! ¡Leven el puente!

CORO
¡Leven el puente!

RIOLOBO
¡Espere, capitán!

(El barco ya se ha separado unos centímetros del muelle.
Florencia toma la mano de Riolobo para dar saltar al barco)

CORO
¡Zarparon! ¡Ya zarparon!

Escena Segunda

(Segundos más tarde. El barco se aleja del
muelle. Rosalba se acerca a Florencia)

ROSALBA
¡Qué bueno que llegó!
Nos retrasaba.
El tiempo apremia para llegar a ver a la Grimaldi

(Florencia se aparta como si temiera)
 
¿Cómo? ¿No viene usted a verla,

(Florencia mueve la cabeza asintiendo)
 
¡Para volver al teatro de Manaos
nuestra diva canceló en La Scala de Milán!
¡Ama su tierra!
Florencia Grimaldi: una aparición
en la profana selva de apariencias.

(Rosalba sale)

FLORENCIA
Florencia Grimaldi.
¡No sólo soy mi nombre!
Aquí, hace veinte años te conocí, Cristóbal.
Enseñaste a mi cuerpo a sentir la pasión
y mi alma tomó forma entre tus manos.
De la pasión brotó mi voz,
Cristóbal,
como aquella mariposa
que buscabas en la selva.
Me ofreciste esto,
lo desprecié.
Quería seducir con mi canto a multitudes.
Prometí volver cuando triunfara
en Europa, en América y en Asia.
Eso era el mundo;
este río, un lodazal de anacondas,
humedad asfixiante.
Dijiste que me esperarías siempre,
que el amor liberaba y no me detendrías.
Me fui, triunfé
y olvidé mi promesa.
Entre oropeles me perdía
¡No sólo soy mi nombre!
¡No, no soy mi nombre!
La fama es un desastre
si dejas que te engañe.
Yo lo permití.
Ya no sabía quién era Florencia Grimaldi,
si aquella que el público aclamaba
o esta que aquí se enamoró.
Y ambas soy.
Trate de olvidar a la Florencia de antes
y destruí parte de mi alma.
Nunca había estado tan sola
y tan rodeada de mentiras.
Supe que no podía seguir.
Tenla que regresar.
Florencia era parte de ti,
de este paisaje, de esta luz.
Esta luz me hace libre,
me da alas,
me transforma en mí.

Escena Tercera

(Cuarto de máquinas. Tarde. El Capitán
y Arcadio están revisando las válvulas)

ACADIO
¡Mi vida debe cambiar!

CAPITÁN
¿Presión?

ARCADIO
Ciento veinte.
Navegante mi padre, navegante mi abuelo...
¡navegante no será mi hijo!

CAPITÁN
¿Cuántos nudos?

ARCADIO
¿Qué piensa, tío?

CAPITÁN
Dos o tres...

ARCADIO
No, ¿qué piensa de mi vida?

CAPITÁN
¿Qué pienso?
Nadie puede pensar la vida de otro.

ARCADIO
¿Se conforma usted con lo que tiene?

CAPITÁN
No me conformo. Soy feliz.
El Dorado es el barco más leal
que jamás flotara en estas aguas.

ARCADIO
Habla del barco como si estuviera vivo.

CAPITÁN
Lo está ¿no lo oyes respirar?

(Se escucha el resoplido del vapor)

ARCADIO
Estoy agobiado,
aburrido de este ir y venir
de un muelle a otro.
No puedo más,
este será mi último viaje.

CAPITÁN
Te equivocas, Arcadio,
no hay tal ir y venir.
Se avanza, siempre se avanza.
En la vida no hay retorno,
no hay paso que sea igual
ni vuelta que equivalga a un regreso.

ARCADIO
No me entiende usted
por más que le explique,
este es el último viaje que yo haga
sólo por oír a la Grimaldi.

Escena Cuarta

(Cubierta. Tarde. Arcadio canta mientras limpia la cubierta)

ARCADIO
Londres, Tahití, Sierra Nevada,

(Rosalba está en segundo plano
escribiendo su libreta)
 
las nieves del Everest, las estepas argentinas,
el sol de África.

(Rosalba tira accidentalmente su libreta)

ROSALBA
¡Dios mío!

(Rosalba, sin pensarlo, se desliza por un costado del vapor)

ARCADIO
¿Qué pasa, señorita?
¡No! ¡No haga eso!
¡Las pirañas!

ROSALBA
No temo morir más que por desesperación.

ARCADIO
Ya la veo.

ROSALBA
¡Mi trabajo de dos años!

ARCADIO
¿Esa libreta?

ROSALBA
¡Sí!

ARCADIO
¡Dios mío!

ROSALBA
¿Ya la tiene?

ARCADIO
Se me cae.

ROSALBA
¿Qué importa morir?

ARCADIO
Ya casi... ¡no!

ROSALBA
¡No!

ARCADIO
Ya casi.

ROSALBA
Casi.

ROSALBA, ARCADIO
¡Ya!

(Arcadio se la entrega con una sonrisa)

ROSALBA
¡Gracias!
Me ha salvado usted la vida.

ARCADIO
¿No exagera?

ROSALBA
No exagero; mi sueño más preciado.

ARCADIO
¿Un atado de papel?

ROSALBA
Es un libro.
Muy pronto será un libro sobre la Grimaldi.
Es una mujer dedicada
en cuerpo y alma al canto.

ARCADIO
¿La conoce?

ROSALBA
¡Como la palma de mi mano!

ARCADIO
¡Afortunada!
¿Su izquierda o su derecha?

ROSALBA
En Mataos lograré una entrevista.

ARCADIO
Nadie lo ha logrado.

ROSALBA
Cuando vea este libro
no se podrá negar.

ARCADIO
En cambio, en mi vida nada pasa.

ROSALBA
¿En el Amazonas no pasa nada?

ARCADIO
Le juro que no miento, señorita, condenado estoy.

ROSALBA
¿Una enfermedad mortal?
Lo siento tanto.

ARCADIO
Cadena perpetua en este laberinto.

ROSALBA
¿Por qué en esta libertad se siente así?
¿Prisionero de quién?

ARCADIO
Del destino.
Yo quiero ser piloto,
volar, sentir en el pecho
el empuje de los vientos,
el retumbo de truenos.
Como el aura en la tormenta,
en la bóveda suspensa
que cobija tierra y mar.
Volar sin rumbo, volar.
Volar venciendo el vértigo,
girar sobre el planeta,
vagar como una estrella fugaz.
Volar sin rumbo,
perderme en la noche,
lanzarme al fin,
y con un simple roce,
el alba entera incendiar.

ROSALBA
Quisiera seguir...
Pero debo volver a mi trabajo

ARCADIO
(En un tono distinto)
Londres, Tahití...

Escena Quinta

(Cubierta. Noche Paula y Álvaro salen a
cubierta elegantemente vestidos para cenar)

ÁLVARO
¿Dónde deseas sentarte?

PAULA
Escoge tú.

ÁLVARO
Me da igual.

PAULA
Todo te da igual últimamente

ÁLVARO
Trato de ser cortés

PAULA
Y resultas indiferente.
¿Qué tienes?

ÁLVARO
Ya te dije que nada.

PAULA
Te pedí que estuviéramos contentos.

ÁLVARO
El Amazonas, la Grimaldi,
yo estoy muy bien

PAULA
¡Mientes!

ÁLVARO
¿Cómo puedes saberlo?
¿Estás dentro de mí?

PAULA
Antes decías que te leía el pensamiento,
que lo sabía todo de ti.

ÁLVARO
¿Cuándo dije eso?

(Cambia el tema)
 
¿Qué quieres comer?

PAULA
Me da igual.

(Riolobo se prepara para tomar la orden)

RIOLOBO
Estoy a sus órdenes, señores.
Una especialidad de la región,
un platillo delicado lleno de poderes
para nuestros viajantes:
iguana expuesta innumerables días al sol
y luego marinada.

PAULA
¡Qué horror! ¡Iguana!

ÁLVARO
¿Se bebe vino tinto o blanco?

RIOLOBO
Rosado.

PAULA
¡Sólo eso me faltaba!

ÁLVARO
Dos órdenes, vino
y más champagne.

(Riolobo hace una inclinación y sale)

PAULA
¿No me oíste?

ÁLVARO
¿Qué?

PAULA
¡Que no quiero eso!

ÁLVARO
No te alteres, no te alteres,
es un buen rosado

PAULA
No hablo del vino.
Escúchame, dije que no.

ÁLVARO
Y yo escuché que sí.

PAULA
¡Así somos: la mezcla amarga de un mal vino!

ÁLVARO
¿Cómo puedes decir eso?

PAULA
Lo digo.

ÁLVARO
Abre los ojos.
Mira el Amazonas.
¿No querías esto?

PAULA
Tú lo querías.

PAULA, ÁLVARO
¡Cuánto hartazgo! ¡Qué desencuentro!

PAULA, ÁLVARO
¡No vinimos tan lejos a pelear!

(Paula echa el anillo de matrimonio al
fondo de la botella de champagne)

ÁLVARO
¡No te atrevas!

PAULA
¡Ya no la quiero!

(Álvaro se quita también su anillo y lo echa a la botella)

ÁLVARO
¡Yo tampoco!

PAULA
¡No te atrevas!

ÁLVARO
¡Estoy harto!

PAULA
No lo puedo perdonar.
¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar?

ÁLVARO
No la puedo perdonar.
¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar?

PAULA Y ÁLVARO
¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar?

(la botella se cae al río. Entra Riolobo. Ellos miran la

botella flotando abajo. Riolobo pone los platos sobre la mesa)

RIOLOBO
Disfrutarán sus bocas de este platillo.
¿Qué miran?

(Riolobo ve la botella)
 
¡Ah, aquí está otra!

PAULA, ÁLVARO
Queremos esa.

RIOLOBO
Si se fue al río, se fue.

Interludio


Escena Sexta

(Cabina. Amanece. El capitán está frente
al timón. Florencia sale de su camarote)

CAPITÁN
¡Buenos días!
Despierta usted temprano.

FLORENCIA
Casi nunca,
pero oí el griterío de aves.

CAPITÁN
Se lo dedican al sol.
dicen que es un canto de amor.

FLORENCIA
No. Es seducción pura.

CAPITÁN
¡Coincidencia!
Hace años escuché decir lo mismo
a un joven cazador de mariposas

FLORENCIA
¿Cazador de mariposas?
Extraña profesión.

CAPITÁN
Para mí todas lo son,
menos ser navegante de un vapor.

FLORENCIA
¿Y el joven cazador?

CAPITÁN
Buscaba la Musa Esmeralda,
mariposa única en el mundo.

FLORENCIA
¿Y la encontró?

CAPITÁN
Encontró algo mejor:
el corazón de una joven hermosa.

FLORENCIA
¿Usted la conoció?

CAPITÁN
No sé si ahora la reconocería,
pero tuve el honor de llevarla en mi ruta.

FLORENCIA
Aquí cualquiera se enamora.

CAPITÁN
El río tuvo que ver,
pero aquello era más que paisaje.

FLORENCIA
¿Qué era entonces?
¿Tuvieron hijos? ¿Vivieron muy felices?

CAPITÁN
Aquel amor era otra cosa.

FLORENCIA
(Trémula)
¿Lo ha vuelto a ver?

CAPITÁN
(Señala la selva)
Escuché decir
que Cristóbal Ribeiro da Silva
se perdió allá adentro.
Ella se convirtió en la famosa Grimaldi.

FLORENCIA
¿Pero hace cuánto tiempo
que no tiene noticias del cazador?

CAPITÁN
Hace mucho.
Quien se interna en la selva...

FLORENCIA
(aterrada)
¿Quiere decir que talvez murió?

(Florencia se desmaya)

CAPITÁN
Un desmayo de amor.
El recuerdo de un amor feliz
no la ha dejado en paz.
Desmayo de amor: sales azules.

(El Capitán toma una botellita con sales
azuladas y la pone bajo la nariz de Florencia)

FLORENCIA
¿Dónde estoy?

CAPITÁN
Despierta usted: un desvanecimiento.

FLORENCIA
Ahora recuerdo.

(Fingiendo)
 
Sufrí un mareo.

(Hablado)
 
Estaré en mi camarote. Gracias, Capitán.

(Florencia sale y el capitán vuelve al timón)

CAPITÁN
¡Pobre Florencia!
Pensaste que mientras viviera en ti
como un recuerdo,
existiría Cristóbal.
Nadie sabe de él.
Nadie lo ha vuelto a ver

Escena Séptima

(Cubierta. Mediodía. Rosalba, Arcadio.
Paula y Álvaro están frente a la mesa jugando
a las cartas. Rosalba tira una carta a Álvaro)

ARCADIO
¡Un as de corazones!
¡Qué hermosa carta! Se parece a Rosalba.

(Álvaro tira una carta a Arcadio)

PAULA
¡Un tres de espadas! ¡Decapita a mi rey!
¿Lo hace por molestarme?

ROSALBA
La reina de diamantes.
¿Cómo lo adivinó?
¿Puede leerme el pensamiento!

ARCADIO
¡Un as de corazones!

(Paula tira a Rosalba)

ÁLVARO
El seis de trébol.
¿Para qué rayos un seis de trébol?
¿Cómo he podido durar
casado tantos años?

ROSALBA
El pozo es mío.

ÁLVARO
(A Paula)
¿No tendrás otra carta que tirar?

PAULA
¡No y ya ganaron!

(Para sí)
 
¿Cómo tira un tres de espadas?

ROSALBA
(Para sí)
¿Qué será este temblor?

ARCADIO
(Para sí)
¡Una reina!

ÁLVARO
(Para sí)
¡Una fiera!

PAULA
(Para sí)
¡Nada más por molestarme!

ROSALBA
(Para sí)
¿Es acaso luna llena?

ARCADIO
(Para sí)
¡Qué mujer!

ÁLVARO
(Para sí)
¡Qué mujer!

ROSALBA, ARCADIO
La suerte está de nuestro lado.

ARCADIO
¡Me mira!
¡La siento cerca de mí!

PAULA
¡Álvaro!
¡Qué día tan caluroso!

ÁLVARO
¡Qué agobio! ¡Insufrible!

PAULA
¡Qué aire irrespirable!

ÁLVARO
¡No respires!

(Paula ignora a Álvaro y se dirige a Rosalba)

PAULA
Señorita Rosalba, tiene usted suerte,
el sobrino del capitán es un buen jugador.

(Álvaro ignora a Paula y se dirige a Arcadio)

ÁLVARO
Rosalba es una joven llena de talento,
esa es la diferencia.

PAULA
Esa es la diferencia.

TODOS
Esa es la diferencia.

ARCADIO, ÁLVARO
Esa es la diferencia.

ROSALBA, PAULA
Esa es la diferencia.

TODOS
Esa es la diferencia.

PAULA
¡Álvaro!

ÁLVARO
¡Qué aire irrespirable!

PAULA
¡Qué agobio! ¡Qué calor!

ÁLVARO
¡Qué cosa insoportable!

PAULA
¡Sólo mira!

ÁLVARO
Me retiro. Veré el paisaje.

PAULA
¿Qué paisaje?

ÁLVARO
¡Ese!

PAULA
¿Cuál?

ÁLVARO
¡Ese!

PAULA
¡Moscas!

ARCADIO
(A Rosalba)
Con los ojos puede uno tocar.

ROSALBA
¿Es peligroso?

ARCADIO
Sólo si nadas a contracorriente.

PAULA
Es peligrosísimo. Puedes morir ahogada.

ÁLVARO
Atrapado para siempre.

ROSALBA
(Para sí)
¿Qué siento?
Peligroso no parece.

ARCADIO
(Para sí)
¿Qué siento?
No parece peligroso.

ROSALBA
¿Por qué me siento así?
¿Por qué siento este temblor?
¿Será el río? Esa es la diferencia.

ARCADIO
Esa es la diferencia.

PAULA, ÁLVARO
Esa es la diferencia,

TODOS
Esa es la diferencia.

(Salen Paula y Álvaro)

ARCADIO
Rosalba, yo... No sé cómo decirlo.

ROSALBA
Quisiera detener este vaivén.

ARCADIO
Rosalba, yo ... No sé cómo decirlo.

ROSALBA
Arcadio, quiero detener este vaivén.

(Rosalba y Arcadio salen)

Escena Octava

(Cubierta. Tarde. Se ilumina la
figura del capitán frente al timón)

CAPITÁN
¡Riolobo! ¡Riolobo!
¡Relámpagos en un mes seco!
¡Vivir para ver!
Pero este río nunca ha necesitado
motivos ni razones.

(Caen sobre el uniforme blanco del
capitán goterones color cereza)
 
Amazonas de este río ¡guíen mis manos!
¡Tropel, tropel! ¡Sonido de tropel!
¡Riolobo! ¡Riolobo!
¡Cuánta arena carga la corriente!
Espiral de presagios la crecida
y el barco sobre ella en torbellino.
¡No vencerán! ¡El Dorado sabrá luchar!

(Entra Rosalba)

ROSALBA
Perdemos velocidad, capitán.

CAPITÁN
¡Y fuerza, que es peor!
¡Busque a Riolobo y a Arcadio!

ROSALBA
¡Arcadio! ¡Riolobo!

CAPITÁN
¡Tropel, tropel! ¡Sonido de tropel!

(Entran Paula y Álvaro)

PAULA
¡Capitán!
¡Álvaro tiene la salud muy quebrantada!

ÁLVARO
¡Y a Paula le ha dado el mal del río!

CAPITÁN
Son las corrientes que se contradicen,
pero ya buscarán serenarse.
Del vientre de la tierra
el agua saldrá purificada.

PAULA
Ven, Álvaro cariño, cúbrete.

ÁLVARO
Paula, cariño, cúbrete.

(Enormes relámpagos. Entra Florencia)

FLORENCIA
¿Qué pena sufre el cielo
para descargar así su furia?

CAPITÁN
Señora, no debe de estar en cubierta.
Resguárdese.

FLORENCIA
Capitán, yo tengo que llegar a cantarle
a aquel cazador de mariposas.
Decirle cuánto lo he amado.
Quiero cantar para él
y reencontrar la luz
esa luz me hizo libre,
me dio alas;
esa luz iluminó mi voz

ROSALBA
(Para sí)
Quisiera conocerla,
es mi ilusión escucharla
y realizar mi más preciado sueño.
Escuchar su voz,
conocer la emoción
de una mujer como ella.
Quisiera poderla encontrar y escuchar su voz.

PAULA
(Para sí)
Cariño, Álvaro, cuídate.
Quiero llegar junto a ti Álvaro,
cuídate, escucha quiero llegar junto a ti.

ÁLVARO
(Para sí)
Paula, cariño, cúbrete.
Quiero llegar junto a ti Paula, junto a ti.

CAPITÁN
¡Cuidado señora! Resguárdese.
No se preocupen.
¡Llegaremos con bien!
¡Llegaremos con bien!

(Entra Arcadio)

ARCADIO
¡El fogón pierde su soplo!
¡No tenemos equilibrio!

ROSALBA
Arcadio, siento el terror ahogando mis sentidos.

ARCADIO
Lo sé, Rosalba,
daría la vida por usted

CAPITÁN
¡Los troncos!
¡Alejen los troncos!

PAULA
¡Tú no, Álvaro!

ÁLVARO
¡Yo sí, Paula!

CAPITÁN
¡Cuidado!

(Álvaro aleja los troncos haciendo
una palanca. El barco da un giro y Álvaro
cae el al río. El agua lo cubre)

PAULA
¡Álvaro!

(En ese momento cae un rayo sobre
el barco. El Capitán, descalabrado,
cae inconsciente)

Escena Novena

(Aparece Riolobo sobre el río con alas enormes)

RIOLOBO
¡Amazonas de este río! ¡Piedad! ¡Piedad!
¡No destruyan el mundo!
¡Piedad! ¡Piedad!

(Riolobo sufre una alucinación)
 
En el principio fueron el caos y la manigua,
la realeza eterna del desorden.
Este río mordedura sobre la tierra.
Las serpientes lo esculpieron a su paso,
sus dientes marcaron vados y riberas.
Los pantanos, la huella de su baba.
¡Yorurás! ¡Yorurás!

(Se escuchan las voces del coro, como
si hubieran sido invocadas por Riolobo)

CORO
¡Yorurás! ¡Yorurás!

RIOLOBO
¡No destruyan el mundo!
¡Piedad! ¡Piedad!

CORO
¡No destruyan el mundo!
¡Piedad! ¡Piedad!

Escena Décima

(Cubierta. Segundos después. Arcadio ha
saltado al timón para controlar el barco)

ARCADIO
¡Mantengan la calma!

TODOS
¡A la deriva estamos!

ARCADIO
¡Calma!

PAULA
¡Álvaro!

TODOS
¡A la deriva!
¡Estamos a la deriva!
 
 

SEGUNDO ACTO


Escena Decimoprimera

(Camarote de Florencia. Noche. El barco está varado
en una orilla del río con un gran mosquitero que lo cubre)

FLORENCIA
Cristóbal, Cristóbal.
¿Es esta luz la muerte?
¿Estaré viva?
¿Y él? ¿Estará vivo?
Cristóbal, Cristóbal
apiádate de mi alma,
sólo he venido a cantar para ti.
¿Es éste mi cuerpo
o mi espíritu que vagará eternamente solitario?
¿Dónde estoy?
¿Por qué soñé que todavía podías oírme?
¿En qué momento era ya tarde?
Cristóbal, Cristóbal,
sólo deseaba que escucharas de mis labios
que tu amor fue el impulso de mi vida.
Sé que estás cerca
pero no sé si en la vida o en la muerte.
¿Es éste tu recuerdo o eres tú?
Por piedad, Cristóbal
muerto o vivo ¡escúchame!

(Florencia da un golpe muy fuerte al
espejo que se rompe en mil pedazos. Su
mano comienza a sangrar profusamente)

FLORENCIA
¡Sangro! ¡Estoy viva!
Y mientras viva seguiré buscándote.

Escena decimosegunda

(Cubierta. Amanecer. Rosalba y Arcadio
están en lados opuestos del barco. Miran en
todas direcciones como buscándose entre sí)

ROSALBA

¿Arcadio?

(Arcadio la escucha a lo lejos)

ARCADIO
¿Rosalba?

ROSALBA
¡Arcadio!

ARCADIO
¡Rosalba!

(Se descubren)

ROSALBA
¡Pensé que habías muerto!

ARCADIO
¡No era el momento!

ROSALBA
¡Hablaré con la Grimaldi!

ARCADIO
¡Yo sentiré lo que es volar!

ROSALBA
¡Veo en ti una pasión que desconozco!

ARCADIO
¡Tu boca, tu boca! Eres mágica.

ROSALBA
¡Tus manos, tus manos!
¡Arcadio!

ARCADIO
Si alguna vez me llego a enamorar será de ti.

(Rosalba sonríe y se separa nerviosamente)

ROSALBA
Esa vez será nunca.

ARCADIO
Dije "si alguna vez".

ROSALBA
El amor es una tumba segura.

ARCADIO
Tampoco subiría a ese cadalso.

ROSALBA
Allí crece la mandrágora.

ARCADIO
Las serpientes anidan.

ROSALBA
Una infección.

ARCADIO
Incurable, incontrolable.

ROSALBA
Te apresa.

ARCADIO
Te atrapa.

ROSALBA
¡Frío!

ARCADIO
¡Caliente!

ROSALBA
¡Ardiente!

ROSALBA, ARCADIO
¡Ardiente como...!

ARCADIO
Si llegásemos a enamoramos,
todo terminaría mal.

ROSALBA
Hemos visto a los amantes arrancarse el alma.

ARCADIO
Jirón a jirón.

ROSALBA
Todo terminaría mal.

ARCADIO
Yo no soy quien tú imaginas.

ROSALBA
Yo no soy mágica.

(Con mucha fragilidad)
 
Hemos visto a los amantes arrancarse el alma.

ARCADIO
Sí, yo también los he escuchado.

ROSALBA
Yo también los he escuchado
y he tocado la piel
de quienes ya no se aman,
pero duermen juntos.

ARCADIO
Sí, yo también lo he visto,
finísimas navajas en su lengua.

ROSALBA Y ARCADIO
¡Ay de las almas que sufren por amor!

ROSALBA
¡Dios, ayúdame!
¡No quiero la infelicidad del odio!

ROSALBA, ARCADIO
¡No quiero la infelicidad del odio!
¡Adiós para siempre!
¡Adiós a la infelicidad!

ROSALBA
¡Adiós! ¡Adiós al amor!

(Rosalba y Arcadio salen de escena)

Escena Decimotercera

(Ribera. Día. Paula busca a Álvaro)

PAULA
¡Álvaro! ¡Dios!
Lo único que pido es morir.
Álvaro, cariño ¿qué haría sin ti?
Álvaro, hace cuánto
que no te digo que te quiero.
Cuando estamos juntos pronunciamos
sólo las palabras desdichadas.
No es desamor, ahora lo sé,
se llama orgullo,
ninguna muralla es tan alta.
Tuve miedo, Álvaro,
temía perderme en ti.
Quise entonces controlarte,
dejé que el orgullo me venciera.
Ataqué, herí,
me volví infeliz para dañarte.
¡Oh, Álvaro, si pudiéramos salvar nuestro amor!
¿Cómo podremos derribar este muro de orgullo?
Álvaro, escúchame, quiero salvar nuestro amor.
Álvaro, cariño, quiero estar a tu lado
para siempre.
a tu lado para siempre.

Escena Decimocuarta


Interludio

Escena Decimoquinta

(Cubierta. Día. Riolobo está en cubierta)

RIOLOBO
¡Amazonas de este río!
¡Reciban mi canto en agradecimiento!
¡Salvaron al mundo de su destrucción
por millonésima vez en este día!
¡Amazonas!
¡Vírgenes morenas!
¡Tambores!
¡Hagan cimbrar de nuevo al mundo!
Este río,
serpentina de color sobre la tierra.
¡Bailen, bailen, bailen!

(Entra Arcadio)

RIOLOBO
¡Arcadio, estamos vivos!

ARCADIO
Riolobo ¿Qué te hiciste en la tormenta?

RIOLOBO
Quería que tomaras el timón.

ARCADIO
¡Y lo lograste!

(Entra el Capitán)

ARCADIO
Tío, ¿está usted bien?

CAPITÁN
Feliz de ver cómo controlaste el barco.

(Arcadio se enorgullece, pero
pronto vuelve a entristecerse)
 
Y dime ¿por qué sufres así?

ARCADIO
Es el mareo.

CAPITÁN
Es el amor, dirás.

ARCADIO
Lo que sea, pero nunca las entrañas
me habían ardido así.

CAPITÁN
Los santonas son claros:
hidrofobia, desvelo, necesidad de nada
y mucha angustia,
gusto por hablar en otras lenguas,
jergas de idólatra, blasfemias.

ARCADIO
No me entiende usted
por más que le explique

CAPITÁN
Arcadio, el verdadero idioma del amor
habla en señas.
Hay que fluir con la cadencia

ARCADIO
No me entiende usted
por más que le explique

CAPITÁN
Arcadio, recibe este amuleto

(el capitán le da el amuleto a Arcadio)

RIOLOBO
(Aparte)
¡Ala de ángel!

CAPITÁN
¡Zarpamos!

RIOLOBO, EL CAPITÁN
¡Zarpamos!

(Entran a escena Rosalba y Florencia)

FLORENCIA
Capitán, ¿está usted bien?

CAPITÁN
Feliz de verla.

(Entra Paula completamente cabizbaja)

PAULA
¡Debo darles la noticia de una desgracia!

RIOLOBO
No será necesario.

(Álvaro sube a cubierta)

PAULA
¡Álvaro!

TODOS
¡Álvaro!

(Florencia se acerca a Álvaro)

FLORENCIA
A nombre de los viajantes de EI Dorado,
le agradezco la salvación de nuestras vidas.
A través de su astucia renacimos de nuevo.

ÁLVARO
Lo hice sin pensarlo.

ROSALBA
Creí que estaba muerto.

ÁLVARO
Lo estaba.

RIOLOBO
Es cierto.

ARCADIO
Creí que estaba muerto.

ÁLVARO
Lo estaba.

ROSALBA
¿Regresó de la muerte?

RIOLOBO
Así es, regresó.

PAULA
¿Qué te hizo volver?

ÁLVARO
Una voz me llamó,
brotó del amor.

PAULA
Lo hice sin pensarlo, cariño.

ÁLVARO
Paula cariño.

PAULA
Álvaro, cariño.

ÁLVARO
¡Era tu voz! ¡Tú!

PAULA
¡Tú! ¡Yo!

(Rosalba descubre su libreta completamente mojada en el piso)

ROSALBA
¡No!

RIOLOBO
¡La libreta de Rosalba!

ROSALBA
¡La suerte se burla de mí!

ARCADIO
¡Su trabajo de dos años!

ÁLVARO
¡Es una tragedia!

FLORENCIA
¡Algunas páginas aún pueden leerse!

ROSALBA
¡No se las podré enseñar!

FLORENCIA
¿A quién desea mostrarlas?

ARCADIO
Es un libro sobre la Grimaldi.

FLORENCIA
¡Extraño!
Nadie conoce su historia.

ROSALBA
¡Todo está perdido!

PAULA, ÁLVARO
¡No se dé por vencida, señorita Rosalba!

ARCADIO
¿Y si secáramos las páginas al sol?

(Rosalba, desolada, oculta la cabeza entre sus manos)


Interludio

Escena Decimosexta

(Cubierta. Mediodía. Se han quedado solas Florencia y Rosalba)

FLORENCIA
¡Ya! ¡Quite esa cara!

ROSALBA
¡Si usted supiera lo que acabo de perder!

FLORENCIA
(intrigada)
Nada que no encuentre en su memoria
o en su experiencia.
La escuché decir que conoce a la Grimaldi.

ROSALBA
Soy la más fiel de sus admiradoras.
Fue tan difícil.
Nunca se muestra.
Pregunté, hurgué, busqué.

FLORENCIA
¡Inventó también!

ROSALBA
¿Qué podía hacer?
La Grimaldi tiene miedo de la gente.

FLORENCIA
No de la gente,
de la fama
que atrofia el alma.

(Señala una línea en el texto)
 
Esta, por ejemplo, es verdad a medias.

ROSALBA
¡Verdad absoluta y total!

FLORENCIA
Sí, recibió un don,
pero fue en la intimidad
con un hombre cuando la voz creció
desde su tallo.
Echó ramas y hojas,
brotó del fondo.

ROSALBA
Ella nunca cedió a las tentaciones del amor.
¡Florencia Grimaldi es una mujer libre!

FLORENCIA
Atada de pies, manos y cabeza
al recuerdo de un amor feliz.

ROSALBA
¿Lo sabe usted?

FLORENCIA
Probó el amor.

ROSALBA
¡Yo acabo de salvarme!

FLORENCIA
Nadie se salva del amor,
aún en el desamor...

ROSALBA
Es verdad.
Yo trato de ocultarlo,
pero siento que el alma se me seca.
¡Quisiera amar a Arcadio!

FLORENCIA
...porque un día, mucho después estalla
y nada puedes hacer.

ROSALBA
Pero el amor aprisiona.

FLORENCIA
El amor no aprisiona,
es un inmenso mar,
nada lo contiene.
Es como un fuego
que derrite las rejas del corazón.
Deja que entre ese fuego
y serás la escritora
que has soñado ser.

ROSALBA
¿Lo cree?

FLORENCIA
Lo sé.
Para cantar,
Florencia Grimaldi tuvo que olvidar
la infelicidad del miedo.

ROSALBA
¿Por qué lo afirma?
¿Por qué tan segura?

FLORENCIA
Porque aún Florencia evoca con la voz
su amor por Cristóbal.

ROSALBA
¡La diva! ¡Usted es ella!

FLORENCIA
¡No, sólo soy mi nombre!

(Rosalba y Florencia se abrazan)

CAPITÁN
¡Manaos! ¡Manaos!

Interludio


Escena Decimoséptima

(Cubierta. Tarde)

ARCADIO
¿Lo ves, Rosalba?
Llegaremos a tiempo para ver a la Grimaldi.

ARCADIO
¿Cómo?
¿No te alegras?

(Rosalba se aproxima a Arcadio y lo besa)

ROSALBA
¿Y si juntos buscáramos ser libres?

ARCADIO
¿Amarnos sin temor?

ROSALBA
Le darás sentido a lo que escribo.

(Arcadio la besa)

ARCADIO
¡Guiarás mi vuelo!

PAULA
(Aparte)
¡Es el paisaje más hermoso que he visto!

ÁLVARO
¡Claro que recuerdo!

PAULA
¿De qué hablas?

ÁLVARO
Nuestro primer día.
Llevabas un vestido de lino blanco
y un pañuelo azul.

PAULA
Tal vez sea posible.

ÁLVARO
Tal vez sea posible.

FLORENCIA
(Aparte)
¡Manaos!
Vengo a ti a cantarte mi verdad de amor.

PAULA, ÁLVARO
¡Se cumplirá nuestro sueño!

ROSALBA
Le darás sentido,
sin temor.

ARCADIO
Guiarás mi vuelo,
sin temor.

CAPITÁN
¡Manaos!
¡El Dorado en Manaos!

(Riolobo interrumpe)

RIOLOBO
¡Cólera! ¡Cólera! ¡Cólera!
¡Fiebre, delirio y condena!

CAPITÁN
¡Maldita enfermedad!

ROSALBA
(Asustada)
¡Tengo miedo!

ARCADIO
¡Ven!

ÁLVARO, PAULA
(Se abrazan asustados)
¡Cólera! ¡Cólera!

FLORENCIA
¿Y Manaos, capitán?
¿Morirá?

RIOLOBO
La muerte intransigente en forma de escorbuto
lepra, rabia, beriberi...
¡Inmunda cólera!
Fiebres se ensañarán
con nuestros cuerpos.

TODOS
¡Moriremos!
¡Moriremos!

CAPITÁN
¡Calma! ¡Calma!
¡Estaremos a salvo si no desembarcamos!

FLORENCIA
¡No!

(Florencia, devastada, se retira)

TODOS
¡Cólera, cólera!

ROSALBA
¿Y la diva?
¿No la escucharemos?

ARCADIO
No la escucharemos.

CAPITÁN
Lo siento ¡Miren!

(el capitán señala un punto en el río
donde se ven ataúdes flotando)

RIOLOBO
¡La muerte flota sobre el río!

CAPITÁN
¡Ataúdes!

RIOLOBO
¡El último abrazo!

(Florencia aparece en la cubierta)

FLORENCIA
(En voz muy baja)
¿Dónde estás, Cristóbal?
¿Vine hasta aquí para perderte de nuevo?
¿Te arrebató otra vez
la selva voraz?
¿Por qué te siento cerca?

(Florencia se levanta y empieza su última aria)
 
Escúchame, Cristóbal
mi voz vuela hacia ti
como un ave y se cierne sobre
el amor del mundo.
De ti nació mi canto,
de entre tus manos
que en sueños y despiertas, veneran mariposas.
Sé que estás escuchándome
porque vuela mi canto.
Si tú no la escucharas
mi voz no volaría.
De ti nace mi canto,
por ti puede cruzar
el río tumultuoso de los días
o el río sereno de las noches;
y allá, en la otra ribera, detenerse a escuchar
su propio rumor de agua enamorada.
Sé que me escuchas
en la vida o la muerte.
Si no lo escucharas no sonaría mi canto.
Te siento palpitar en las alas
de cada mariposa
y en cada brillo verde,
en el viento, en el agua,
en el fondo de la selva,
en la vida o la muerte.
Te siento palpitar
en el vuelo de mi canto,
en el aire suave.
Te siento en el aire.
¡Cristóbal! ¡Cristóbal!
Te siento palpitar en el aire suave
de mi canción.
Aquí, aquí,
aquí en mi canto.


Digitalizado por:

José Luis Roviaro 2024