FLORENCIA EN EL AMAZONAS
Personajes
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La acción se desarrolla en Leticia, Colombia, a comienzos del siglo XX.
PRIMER ACTO Escena Primera (Muelle en Leticia, Colombia. Río Amazonas. Principios del siglo XV. Llega Florencia, cubriendo su rostro con una mascada (pañuelo de seda). Los pregoneros ofrecen su mercancía, rica en texturas y colore: granos, frutas, verduras, animales; polvos, aceites, ópalos, esmeraldas y plata) CORO DE PREGONEROS ¡Jarabe para el amor! ¡Compre usted este caimán! ¡Grosellas, grosellas! ¡Las cocadas de piña! ¡Dulces, dulces para la niña! ¡Aguardiente, aguardiente para darle lustre al diente! NAVIERO COJO Para darle lustre al diente para ser más complaciente para ver lo que se siente ¡Un traguito de aguardiente! (todos ríen incluyendo a Riolobo que ha entrado a cubierta) RIOLOBO ¡Hace años que esperábamos este momento! Una llave de plata: la voz luminosa de Florencia Grimaldi, reabrirá la cerradura dormida del teatro. Una llave y un canto. Aquí están sus ropajes su manzanilla, sus perfumes, pero cuando Floreada llegue nadie podrá reconocerla Dicen que sólo el escenario la materializa. Desde hace tiempo nadie la ha visto antes o después de que suba o caiga el telón. En cada función aparece distinta: quimera, fantasía, mujer misterio, como una amazona de este río. RIOLOBO (gritándole al capitán desde el muelle) ¡Ea, Capitán, querido viejo! (El Capitán le responde con un gesto de la mano) RIOLOBO (al público) Es un amante fiel. Su novia, la vida, corresponde su amor y se le entrega en cada viaje: en juego de sol, salto de pez que goza la corriente. (Arcadio, el sobrino del Capitán, entra a escena) Arcadio: ¡un hombre condenado! El sobrino del Capitán siempre desea estar en o parte, otro sitio, o lugar. Otro sino familiar. (Entra Rosalba. Abraza contra sí una libreta. Ve el cartel que anuncia "Florencia Grimaldi en Manaos) ROSALBA Florencia Grimaldi: una mujer libre. (A Riolobo) ¿El vapor a Mantos? RIOLOBO El Dorado es su nombre. Viaja al corazón de la selva, centro del universo, a la orilla de un río. Bajo el agua, una grieta profunda como una herida de amor. ROSALBA Agradable manera de hablar, pero si quiere que le diga la verdad creo que al amor lo inventó un ocioso. RIOLOBO Un ocioso alegre y muy creativo. ¡Dios, en el día de su cumpleaños! ROSALBA ¿Llegaremos a tiempo para escuchar a la diva? RIOLOBO A eso vamos, allá iremos. ROSALBA Cuestión de vida o muerte que lleguemos. RIOLOBO (Al público) Rosalba Montealbán: escritora. No sabe que tiene lo que añora. ¡Pero, cuidado, muchacha porque un día encuentras lo que buscas! La vida te concede tu deseo y hasta más. ¡Cuida lo que pides a un Dios tan generoso! ¡Y ocioso también! ¡No cabe duda! (Entran a Paula y Álvaro) PAULA (A Álvaro) Sí o no. ÁLVARO Paula, cariño, ya dije que sí. PAULA Álvaro, cariño, yo escuché que no. ÁLVARO ¡Dejemos ya eso! ¡Por fin podremos oír a la Grimaldi! PAULA Dicen que su voz tiene poderes. ÁLVARO Que convierte el cansancio... PAULA ... en fuerza pura. PAULA, ÁLVARO ¡Arder de nuevo! RIOLOBO (aparte) Paula y Álvaro: el brillo de un amor que se opacó. PAULA ¿Te acuerdas del primer día? ÁLVARO No. Lo he olvidado. (Paula y Álvaro embarcan) RIOLOBO (Al público) Mi nombre es Riolobo y soy una criatura de este río. (El Capitán se adelanta y grita) CAPITÁN ¡Todos a bordo! CORO ¡Todos a bordo! RIOLOBO ¡La diva no ha llegado! CAPITÁN ¡Leven las anclas! CORO ¡Leven las anclas! RIOLOBO ¡La diva no ha llegado! CAPITÁN ¡Zarpamos! ¡Suelten las amarras! CORO ¡Suelten las amarras! RIOLOBO ¡La diva no ha llegado! (Florencia corre al barco) CAPITÁN ¡Zarpamos! ¡Leven el puente! CORO ¡Leven el puente! RIOLOBO ¡Espere, capitán! (El barco ya se ha separado unos centímetros del muelle. Florencia toma la mano de Riolobo para dar saltar al barco) CORO ¡Zarparon! ¡Ya zarparon! Escena Segunda (Segundos más tarde. El barco se aleja del muelle. Rosalba se acerca a Florencia) ROSALBA ¡Qué bueno que llegó! Nos retrasaba. El tiempo apremia para llegar a ver a la Grimaldi (Florencia se aparta como si temiera) ¿Cómo? ¿No viene usted a verla, (Florencia mueve la cabeza asintiendo) ¡Para volver al teatro de Manaos nuestra diva canceló en La Scala de Milán! ¡Ama su tierra! Florencia Grimaldi: una aparición en la profana selva de apariencias. (Rosalba sale) FLORENCIA Florencia Grimaldi. ¡No sólo soy mi nombre! Aquí, hace veinte años te conocí, Cristóbal. Enseñaste a mi cuerpo a sentir la pasión y mi alma tomó forma entre tus manos. De la pasión brotó mi voz, Cristóbal, como aquella mariposa que buscabas en la selva. Me ofreciste esto, lo desprecié. Quería seducir con mi canto a multitudes. Prometí volver cuando triunfara en Europa, en América y en Asia. Eso era el mundo; este río, un lodazal de anacondas, humedad asfixiante. Dijiste que me esperarías siempre, que el amor liberaba y no me detendrías. Me fui, triunfé y olvidé mi promesa. Entre oropeles me perdía ¡No sólo soy mi nombre! ¡No, no soy mi nombre! La fama es un desastre si dejas que te engañe. Yo lo permití. Ya no sabía quién era Florencia Grimaldi, si aquella que el público aclamaba o esta que aquí se enamoró. Y ambas soy. Trate de olvidar a la Florencia de antes y destruí parte de mi alma. Nunca había estado tan sola y tan rodeada de mentiras. Supe que no podía seguir. Tenla que regresar. Florencia era parte de ti, de este paisaje, de esta luz. Esta luz me hace libre, me da alas, me transforma en mí. Escena Tercera (Cuarto de máquinas. Tarde. El Capitán y Arcadio están revisando las válvulas) ACADIO ¡Mi vida debe cambiar! CAPITÁN ¿Presión? ARCADIO Ciento veinte. Navegante mi padre, navegante mi abuelo... ¡navegante no será mi hijo! CAPITÁN ¿Cuántos nudos? ARCADIO ¿Qué piensa, tío? CAPITÁN Dos o tres... ARCADIO No, ¿qué piensa de mi vida? CAPITÁN ¿Qué pienso? Nadie puede pensar la vida de otro. ARCADIO ¿Se conforma usted con lo que tiene? CAPITÁN No me conformo. Soy feliz. El Dorado es el barco más leal que jamás flotara en estas aguas. ARCADIO Habla del barco como si estuviera vivo. CAPITÁN Lo está ¿no lo oyes respirar? (Se escucha el resoplido del vapor) ARCADIO Estoy agobiado, aburrido de este ir y venir de un muelle a otro. No puedo más, este será mi último viaje. CAPITÁN Te equivocas, Arcadio, no hay tal ir y venir. Se avanza, siempre se avanza. En la vida no hay retorno, no hay paso que sea igual ni vuelta que equivalga a un regreso. ARCADIO No me entiende usted por más que le explique, este es el último viaje que yo haga sólo por oír a la Grimaldi. Escena Cuarta (Cubierta. Tarde. Arcadio canta mientras limpia la cubierta) ARCADIO Londres, Tahití, Sierra Nevada, (Rosalba está en segundo plano escribiendo su libreta) las nieves del Everest, las estepas argentinas, el sol de África. (Rosalba tira accidentalmente su libreta) ROSALBA ¡Dios mío! (Rosalba, sin pensarlo, se desliza por un costado del vapor) ARCADIO ¿Qué pasa, señorita? ¡No! ¡No haga eso! ¡Las pirañas! ROSALBA No temo morir más que por desesperación. ARCADIO Ya la veo. ROSALBA ¡Mi trabajo de dos años! ARCADIO ¿Esa libreta? ROSALBA ¡Sí! ARCADIO ¡Dios mío! ROSALBA ¿Ya la tiene? ARCADIO Se me cae. ROSALBA ¿Qué importa morir? ARCADIO Ya casi... ¡no! ROSALBA ¡No! ARCADIO Ya casi. ROSALBA Casi. ROSALBA, ARCADIO ¡Ya! (Arcadio se la entrega con una sonrisa) ROSALBA ¡Gracias! Me ha salvado usted la vida. ARCADIO ¿No exagera? ROSALBA No exagero; mi sueño más preciado. ARCADIO ¿Un atado de papel? ROSALBA Es un libro. Muy pronto será un libro sobre la Grimaldi. Es una mujer dedicada en cuerpo y alma al canto. ARCADIO ¿La conoce? ROSALBA ¡Como la palma de mi mano! ARCADIO ¡Afortunada! ¿Su izquierda o su derecha? ROSALBA En Mataos lograré una entrevista. ARCADIO Nadie lo ha logrado. ROSALBA Cuando vea este libro no se podrá negar. ARCADIO En cambio, en mi vida nada pasa. ROSALBA ¿En el Amazonas no pasa nada? ARCADIO Le juro que no miento, señorita, condenado estoy. ROSALBA ¿Una enfermedad mortal? Lo siento tanto. ARCADIO Cadena perpetua en este laberinto. ROSALBA ¿Por qué en esta libertad se siente así? ¿Prisionero de quién? ARCADIO Del destino. Yo quiero ser piloto, volar, sentir en el pecho el empuje de los vientos, el retumbo de truenos. Como el aura en la tormenta, en la bóveda suspensa que cobija tierra y mar. Volar sin rumbo, volar. Volar venciendo el vértigo, girar sobre el planeta, vagar como una estrella fugaz. Volar sin rumbo, perderme en la noche, lanzarme al fin, y con un simple roce, el alba entera incendiar. ROSALBA Quisiera seguir... Pero debo volver a mi trabajo ARCADIO (En un tono distinto) Londres, Tahití... Escena Quinta (Cubierta. Noche Paula y Álvaro salen a cubierta elegantemente vestidos para cenar) ÁLVARO ¿Dónde deseas sentarte? PAULA Escoge tú. ÁLVARO Me da igual. PAULA Todo te da igual últimamente ÁLVARO Trato de ser cortés PAULA Y resultas indiferente. ¿Qué tienes? ÁLVARO Ya te dije que nada. PAULA Te pedí que estuviéramos contentos. ÁLVARO El Amazonas, la Grimaldi, yo estoy muy bien PAULA ¡Mientes! ÁLVARO ¿Cómo puedes saberlo? ¿Estás dentro de mí? PAULA Antes decías que te leía el pensamiento, que lo sabía todo de ti. ÁLVARO ¿Cuándo dije eso? (Cambia el tema) ¿Qué quieres comer? PAULA Me da igual. (Riolobo se prepara para tomar la orden) RIOLOBO Estoy a sus órdenes, señores. Una especialidad de la región, un platillo delicado lleno de poderes para nuestros viajantes: iguana expuesta innumerables días al sol y luego marinada. PAULA ¡Qué horror! ¡Iguana! ÁLVARO ¿Se bebe vino tinto o blanco? RIOLOBO Rosado. PAULA ¡Sólo eso me faltaba! ÁLVARO Dos órdenes, vino y más champagne. (Riolobo hace una inclinación y sale) PAULA ¿No me oíste? ÁLVARO ¿Qué? PAULA ¡Que no quiero eso! ÁLVARO No te alteres, no te alteres, es un buen rosado PAULA No hablo del vino. Escúchame, dije que no. ÁLVARO Y yo escuché que sí. PAULA ¡Así somos: la mezcla amarga de un mal vino! ÁLVARO ¿Cómo puedes decir eso? PAULA Lo digo. ÁLVARO Abre los ojos. Mira el Amazonas. ¿No querías esto? PAULA Tú lo querías. PAULA, ÁLVARO ¡Cuánto hartazgo! ¡Qué desencuentro! PAULA, ÁLVARO ¡No vinimos tan lejos a pelear! (Paula echa el anillo de matrimonio al fondo de la botella de champagne) ÁLVARO ¡No te atrevas! PAULA ¡Ya no la quiero! (Álvaro se quita también su anillo y lo echa a la botella) ÁLVARO ¡Yo tampoco! PAULA ¡No te atrevas! ÁLVARO ¡Estoy harto! PAULA No lo puedo perdonar. ¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar? ÁLVARO No la puedo perdonar. ¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar? PAULA Y ÁLVARO ¿Por qué hacerme algo que no puedo perdonar? (la botella se cae al río. Entra Riolobo. Ellos miran la botella flotando abajo. Riolobo pone los platos sobre la mesa) RIOLOBO Disfrutarán sus bocas de este platillo. ¿Qué miran? (Riolobo ve la botella) ¡Ah, aquí está otra! PAULA, ÁLVARO Queremos esa. RIOLOBO Si se fue al río, se fue. Interludio Escena Sexta (Cabina. Amanece. El capitán está frente al timón. Florencia sale de su camarote) CAPITÁN ¡Buenos días! Despierta usted temprano. FLORENCIA Casi nunca, pero oí el griterío de aves. CAPITÁN Se lo dedican al sol. dicen que es un canto de amor. FLORENCIA No. Es seducción pura. CAPITÁN ¡Coincidencia! Hace años escuché decir lo mismo a un joven cazador de mariposas FLORENCIA ¿Cazador de mariposas? Extraña profesión. CAPITÁN Para mí todas lo son, menos ser navegante de un vapor. FLORENCIA ¿Y el joven cazador? CAPITÁN Buscaba la Musa Esmeralda, mariposa única en el mundo. FLORENCIA ¿Y la encontró? CAPITÁN Encontró algo mejor: el corazón de una joven hermosa. FLORENCIA ¿Usted la conoció? CAPITÁN No sé si ahora la reconocería, pero tuve el honor de llevarla en mi ruta. FLORENCIA Aquí cualquiera se enamora. CAPITÁN El río tuvo que ver, pero aquello era más que paisaje. FLORENCIA ¿Qué era entonces? ¿Tuvieron hijos? ¿Vivieron muy felices? CAPITÁN Aquel amor era otra cosa. FLORENCIA (Trémula) ¿Lo ha vuelto a ver? CAPITÁN (Señala la selva) Escuché decir que Cristóbal Ribeiro da Silva se perdió allá adentro. Ella se convirtió en la famosa Grimaldi. FLORENCIA ¿Pero hace cuánto tiempo que no tiene noticias del cazador? CAPITÁN Hace mucho. Quien se interna en la selva... FLORENCIA (aterrada) ¿Quiere decir que talvez murió? (Florencia se desmaya) CAPITÁN Un desmayo de amor. El recuerdo de un amor feliz no la ha dejado en paz. Desmayo de amor: sales azules. (El Capitán toma una botellita con sales azuladas y la pone bajo la nariz de Florencia) FLORENCIA ¿Dónde estoy? CAPITÁN Despierta usted: un desvanecimiento. FLORENCIA Ahora recuerdo. (Fingiendo) Sufrí un mareo. (Hablado) Estaré en mi camarote. Gracias, Capitán. (Florencia sale y el capitán vuelve al timón) CAPITÁN ¡Pobre Florencia! Pensaste que mientras viviera en ti como un recuerdo, existiría Cristóbal. Nadie sabe de él. Nadie lo ha vuelto a ver Escena Séptima (Cubierta. Mediodía. Rosalba, Arcadio. Paula y Álvaro están frente a la mesa jugando a las cartas. Rosalba tira una carta a Álvaro) ARCADIO ¡Un as de corazones! ¡Qué hermosa carta! Se parece a Rosalba. (Álvaro tira una carta a Arcadio) PAULA ¡Un tres de espadas! ¡Decapita a mi rey! ¿Lo hace por molestarme? ROSALBA La reina de diamantes. ¿Cómo lo adivinó? ¿Puede leerme el pensamiento! ARCADIO ¡Un as de corazones! (Paula tira a Rosalba) ÁLVARO El seis de trébol. ¿Para qué rayos un seis de trébol? ¿Cómo he podido durar casado tantos años? ROSALBA El pozo es mío. ÁLVARO (A Paula) ¿No tendrás otra carta que tirar? PAULA ¡No y ya ganaron! (Para sí) ¿Cómo tira un tres de espadas? ROSALBA (Para sí) ¿Qué será este temblor? ARCADIO (Para sí) ¡Una reina! ÁLVARO (Para sí) ¡Una fiera! PAULA (Para sí) ¡Nada más por molestarme! ROSALBA (Para sí) ¿Es acaso luna llena? ARCADIO (Para sí) ¡Qué mujer! ÁLVARO (Para sí) ¡Qué mujer! ROSALBA, ARCADIO La suerte está de nuestro lado. ARCADIO ¡Me mira! ¡La siento cerca de mí! PAULA ¡Álvaro! ¡Qué día tan caluroso! ÁLVARO ¡Qué agobio! ¡Insufrible! PAULA ¡Qué aire irrespirable! ÁLVARO ¡No respires! (Paula ignora a Álvaro y se dirige a Rosalba) PAULA Señorita Rosalba, tiene usted suerte, el sobrino del capitán es un buen jugador. (Álvaro ignora a Paula y se dirige a Arcadio) ÁLVARO Rosalba es una joven llena de talento, esa es la diferencia. PAULA Esa es la diferencia. TODOS Esa es la diferencia. ARCADIO, ÁLVARO Esa es la diferencia. ROSALBA, PAULA Esa es la diferencia. TODOS Esa es la diferencia. PAULA ¡Álvaro! ÁLVARO ¡Qué aire irrespirable! PAULA ¡Qué agobio! ¡Qué calor! ÁLVARO ¡Qué cosa insoportable! PAULA ¡Sólo mira! ÁLVARO Me retiro. Veré el paisaje. PAULA ¿Qué paisaje? ÁLVARO ¡Ese! PAULA ¿Cuál? ÁLVARO ¡Ese! PAULA ¡Moscas! ARCADIO (A Rosalba) Con los ojos puede uno tocar. ROSALBA ¿Es peligroso? ARCADIO Sólo si nadas a contracorriente. PAULA Es peligrosísimo. Puedes morir ahogada. ÁLVARO Atrapado para siempre. ROSALBA (Para sí) ¿Qué siento? Peligroso no parece. ARCADIO (Para sí) ¿Qué siento? No parece peligroso. ROSALBA ¿Por qué me siento así? ¿Por qué siento este temblor? ¿Será el río? Esa es la diferencia. ARCADIO Esa es la diferencia. PAULA, ÁLVARO Esa es la diferencia, TODOS Esa es la diferencia. (Salen Paula y Álvaro) ARCADIO Rosalba, yo... No sé cómo decirlo. ROSALBA Quisiera detener este vaivén. ARCADIO Rosalba, yo ... No sé cómo decirlo. ROSALBA Arcadio, quiero detener este vaivén. (Rosalba y Arcadio salen) Escena Octava (Cubierta. Tarde. Se ilumina la figura del capitán frente al timón) CAPITÁN ¡Riolobo! ¡Riolobo! ¡Relámpagos en un mes seco! ¡Vivir para ver! Pero este río nunca ha necesitado motivos ni razones. (Caen sobre el uniforme blanco del capitán goterones color cereza) Amazonas de este río ¡guíen mis manos! ¡Tropel, tropel! ¡Sonido de tropel! ¡Riolobo! ¡Riolobo! ¡Cuánta arena carga la corriente! Espiral de presagios la crecida y el barco sobre ella en torbellino. ¡No vencerán! ¡El Dorado sabrá luchar! (Entra Rosalba) ROSALBA Perdemos velocidad, capitán. CAPITÁN ¡Y fuerza, que es peor! ¡Busque a Riolobo y a Arcadio! ROSALBA ¡Arcadio! ¡Riolobo! CAPITÁN ¡Tropel, tropel! ¡Sonido de tropel! (Entran Paula y Álvaro) PAULA ¡Capitán! ¡Álvaro tiene la salud muy quebrantada! ÁLVARO ¡Y a Paula le ha dado el mal del río! CAPITÁN Son las corrientes que se contradicen, pero ya buscarán serenarse. Del vientre de la tierra el agua saldrá purificada. PAULA Ven, Álvaro cariño, cúbrete. ÁLVARO Paula, cariño, cúbrete. (Enormes relámpagos. Entra Florencia) FLORENCIA ¿Qué pena sufre el cielo para descargar así su furia? CAPITÁN Señora, no debe de estar en cubierta. Resguárdese. FLORENCIA Capitán, yo tengo que llegar a cantarle a aquel cazador de mariposas. Decirle cuánto lo he amado. Quiero cantar para él y reencontrar la luz esa luz me hizo libre, me dio alas; esa luz iluminó mi voz ROSALBA (Para sí) Quisiera conocerla, es mi ilusión escucharla y realizar mi más preciado sueño. Escuchar su voz, conocer la emoción de una mujer como ella. Quisiera poderla encontrar y escuchar su voz. PAULA (Para sí) Cariño, Álvaro, cuídate. Quiero llegar junto a ti Álvaro, cuídate, escucha quiero llegar junto a ti. ÁLVARO (Para sí) Paula, cariño, cúbrete. Quiero llegar junto a ti Paula, junto a ti. CAPITÁN ¡Cuidado señora! Resguárdese. No se preocupen. ¡Llegaremos con bien! ¡Llegaremos con bien! (Entra Arcadio) ARCADIO ¡El fogón pierde su soplo! ¡No tenemos equilibrio! ROSALBA Arcadio, siento el terror ahogando mis sentidos. ARCADIO Lo sé, Rosalba, daría la vida por usted CAPITÁN ¡Los troncos! ¡Alejen los troncos! PAULA ¡Tú no, Álvaro! ÁLVARO ¡Yo sí, Paula! CAPITÁN ¡Cuidado! (Álvaro aleja los troncos haciendo una palanca. El barco da un giro y Álvaro cae el al río. El agua lo cubre) PAULA ¡Álvaro! (En ese momento cae un rayo sobre el barco. El Capitán, descalabrado, cae inconsciente) Escena Novena (Aparece Riolobo sobre el río con alas enormes) RIOLOBO ¡Amazonas de este río! ¡Piedad! ¡Piedad! ¡No destruyan el mundo! ¡Piedad! ¡Piedad! (Riolobo sufre una alucinación) En el principio fueron el caos y la manigua, la realeza eterna del desorden. Este río mordedura sobre la tierra. Las serpientes lo esculpieron a su paso, sus dientes marcaron vados y riberas. Los pantanos, la huella de su baba. ¡Yorurás! ¡Yorurás! (Se escuchan las voces del coro, como si hubieran sido invocadas por Riolobo) CORO ¡Yorurás! ¡Yorurás! RIOLOBO ¡No destruyan el mundo! ¡Piedad! ¡Piedad! CORO ¡No destruyan el mundo! ¡Piedad! ¡Piedad! Escena Décima (Cubierta. Segundos después. Arcadio ha saltado al timón para controlar el barco) ARCADIO ¡Mantengan la calma! TODOS ¡A la deriva estamos! ARCADIO ¡Calma! PAULA ¡Álvaro! TODOS ¡A la deriva! ¡Estamos a la deriva! SEGUNDO ACTO Escena Decimoprimera (Camarote de Florencia. Noche. El barco está varado en una orilla del río con un gran mosquitero que lo cubre) FLORENCIA Cristóbal, Cristóbal. ¿Es esta luz la muerte? ¿Estaré viva? ¿Y él? ¿Estará vivo? Cristóbal, Cristóbal apiádate de mi alma, sólo he venido a cantar para ti. ¿Es éste mi cuerpo o mi espíritu que vagará eternamente solitario? ¿Dónde estoy? ¿Por qué soñé que todavía podías oírme? ¿En qué momento era ya tarde? Cristóbal, Cristóbal, sólo deseaba que escucharas de mis labios que tu amor fue el impulso de mi vida. Sé que estás cerca pero no sé si en la vida o en la muerte. ¿Es éste tu recuerdo o eres tú? Por piedad, Cristóbal muerto o vivo ¡escúchame! (Florencia da un golpe muy fuerte al espejo que se rompe en mil pedazos. Su mano comienza a sangrar profusamente) FLORENCIA ¡Sangro! ¡Estoy viva! Y mientras viva seguiré buscándote. Escena decimosegunda (Cubierta. Amanecer. Rosalba y Arcadio están en lados opuestos del barco. Miran en todas direcciones como buscándose entre sí) ROSALBA ¿Arcadio? (Arcadio la escucha a lo lejos) ARCADIO ¿Rosalba? ROSALBA ¡Arcadio! ARCADIO ¡Rosalba! (Se descubren) ROSALBA ¡Pensé que habías muerto! ARCADIO ¡No era el momento! ROSALBA ¡Hablaré con la Grimaldi! ARCADIO ¡Yo sentiré lo que es volar! ROSALBA ¡Veo en ti una pasión que desconozco! ARCADIO ¡Tu boca, tu boca! Eres mágica. ROSALBA ¡Tus manos, tus manos! ¡Arcadio! ARCADIO Si alguna vez me llego a enamorar será de ti. (Rosalba sonríe y se separa nerviosamente) ROSALBA Esa vez será nunca. ARCADIO Dije "si alguna vez". ROSALBA El amor es una tumba segura. ARCADIO Tampoco subiría a ese cadalso. ROSALBA Allí crece la mandrágora. ARCADIO Las serpientes anidan. ROSALBA Una infección. ARCADIO Incurable, incontrolable. ROSALBA Te apresa. ARCADIO Te atrapa. ROSALBA ¡Frío! ARCADIO ¡Caliente! ROSALBA ¡Ardiente! ROSALBA, ARCADIO ¡Ardiente como...! ARCADIO Si llegásemos a enamoramos, todo terminaría mal. ROSALBA Hemos visto a los amantes arrancarse el alma. ARCADIO Jirón a jirón. ROSALBA Todo terminaría mal. ARCADIO Yo no soy quien tú imaginas. ROSALBA Yo no soy mágica. (Con mucha fragilidad) Hemos visto a los amantes arrancarse el alma. ARCADIO Sí, yo también los he escuchado. ROSALBA Yo también los he escuchado y he tocado la piel de quienes ya no se aman, pero duermen juntos. ARCADIO Sí, yo también lo he visto, finísimas navajas en su lengua. ROSALBA Y ARCADIO ¡Ay de las almas que sufren por amor! ROSALBA ¡Dios, ayúdame! ¡No quiero la infelicidad del odio! ROSALBA, ARCADIO ¡No quiero la infelicidad del odio! ¡Adiós para siempre! ¡Adiós a la infelicidad! ROSALBA ¡Adiós! ¡Adiós al amor! (Rosalba y Arcadio salen de escena) Escena Decimotercera (Ribera. Día. Paula busca a Álvaro) PAULA ¡Álvaro! ¡Dios! Lo único que pido es morir. Álvaro, cariño ¿qué haría sin ti? Álvaro, hace cuánto que no te digo que te quiero. Cuando estamos juntos pronunciamos sólo las palabras desdichadas. No es desamor, ahora lo sé, se llama orgullo, ninguna muralla es tan alta. Tuve miedo, Álvaro, temía perderme en ti. Quise entonces controlarte, dejé que el orgullo me venciera. Ataqué, herí, me volví infeliz para dañarte. ¡Oh, Álvaro, si pudiéramos salvar nuestro amor! ¿Cómo podremos derribar este muro de orgullo? Álvaro, escúchame, quiero salvar nuestro amor. Álvaro, cariño, quiero estar a tu lado para siempre. a tu lado para siempre. Escena Decimocuarta Interludio Escena Decimoquinta (Cubierta. Día. Riolobo está en cubierta) RIOLOBO ¡Amazonas de este río! ¡Reciban mi canto en agradecimiento! ¡Salvaron al mundo de su destrucción por millonésima vez en este día! ¡Amazonas! ¡Vírgenes morenas! ¡Tambores! ¡Hagan cimbrar de nuevo al mundo! Este río, serpentina de color sobre la tierra. ¡Bailen, bailen, bailen! (Entra Arcadio) RIOLOBO ¡Arcadio, estamos vivos! ARCADIO Riolobo ¿Qué te hiciste en la tormenta? RIOLOBO Quería que tomaras el timón. ARCADIO ¡Y lo lograste! (Entra el Capitán) ARCADIO Tío, ¿está usted bien? CAPITÁN Feliz de ver cómo controlaste el barco. (Arcadio se enorgullece, pero pronto vuelve a entristecerse) Y dime ¿por qué sufres así? ARCADIO Es el mareo. CAPITÁN Es el amor, dirás. ARCADIO Lo que sea, pero nunca las entrañas me habían ardido así. CAPITÁN Los santonas son claros: hidrofobia, desvelo, necesidad de nada y mucha angustia, gusto por hablar en otras lenguas, jergas de idólatra, blasfemias. ARCADIO No me entiende usted por más que le explique CAPITÁN Arcadio, el verdadero idioma del amor habla en señas. Hay que fluir con la cadencia ARCADIO No me entiende usted por más que le explique CAPITÁN Arcadio, recibe este amuleto (el capitán le da el amuleto a Arcadio) RIOLOBO (Aparte) ¡Ala de ángel! CAPITÁN ¡Zarpamos! RIOLOBO, EL CAPITÁN ¡Zarpamos! (Entran a escena Rosalba y Florencia) FLORENCIA Capitán, ¿está usted bien? CAPITÁN Feliz de verla. (Entra Paula completamente cabizbaja) PAULA ¡Debo darles la noticia de una desgracia! RIOLOBO No será necesario. (Álvaro sube a cubierta) PAULA ¡Álvaro! TODOS ¡Álvaro! (Florencia se acerca a Álvaro) FLORENCIA A nombre de los viajantes de EI Dorado, le agradezco la salvación de nuestras vidas. A través de su astucia renacimos de nuevo. ÁLVARO Lo hice sin pensarlo. ROSALBA Creí que estaba muerto. ÁLVARO Lo estaba. RIOLOBO Es cierto. ARCADIO Creí que estaba muerto. ÁLVARO Lo estaba. ROSALBA ¿Regresó de la muerte? RIOLOBO Así es, regresó. PAULA ¿Qué te hizo volver? ÁLVARO Una voz me llamó, brotó del amor. PAULA Lo hice sin pensarlo, cariño. ÁLVARO Paula cariño. PAULA Álvaro, cariño. ÁLVARO ¡Era tu voz! ¡Tú! PAULA ¡Tú! ¡Yo! (Rosalba descubre su libreta completamente mojada en el piso) ROSALBA ¡No! RIOLOBO ¡La libreta de Rosalba! ROSALBA ¡La suerte se burla de mí! ARCADIO ¡Su trabajo de dos años! ÁLVARO ¡Es una tragedia! FLORENCIA ¡Algunas páginas aún pueden leerse! ROSALBA ¡No se las podré enseñar! FLORENCIA ¿A quién desea mostrarlas? ARCADIO Es un libro sobre la Grimaldi. FLORENCIA ¡Extraño! Nadie conoce su historia. ROSALBA ¡Todo está perdido! PAULA, ÁLVARO ¡No se dé por vencida, señorita Rosalba! ARCADIO ¿Y si secáramos las páginas al sol? (Rosalba, desolada, oculta la cabeza entre sus manos) Interludio Escena Decimosexta (Cubierta. Mediodía. Se han quedado solas Florencia y Rosalba) FLORENCIA ¡Ya! ¡Quite esa cara! ROSALBA ¡Si usted supiera lo que acabo de perder! FLORENCIA (intrigada) Nada que no encuentre en su memoria o en su experiencia. La escuché decir que conoce a la Grimaldi. ROSALBA Soy la más fiel de sus admiradoras. Fue tan difícil. Nunca se muestra. Pregunté, hurgué, busqué. FLORENCIA ¡Inventó también! ROSALBA ¿Qué podía hacer? La Grimaldi tiene miedo de la gente. FLORENCIA No de la gente, de la fama que atrofia el alma. (Señala una línea en el texto) Esta, por ejemplo, es verdad a medias. ROSALBA ¡Verdad absoluta y total! FLORENCIA Sí, recibió un don, pero fue en la intimidad con un hombre cuando la voz creció desde su tallo. Echó ramas y hojas, brotó del fondo. ROSALBA Ella nunca cedió a las tentaciones del amor. ¡Florencia Grimaldi es una mujer libre! FLORENCIA Atada de pies, manos y cabeza al recuerdo de un amor feliz. ROSALBA ¿Lo sabe usted? FLORENCIA Probó el amor. ROSALBA ¡Yo acabo de salvarme! FLORENCIA Nadie se salva del amor, aún en el desamor... ROSALBA Es verdad. Yo trato de ocultarlo, pero siento que el alma se me seca. ¡Quisiera amar a Arcadio! FLORENCIA ...porque un día, mucho después estalla y nada puedes hacer. ROSALBA Pero el amor aprisiona. FLORENCIA El amor no aprisiona, es un inmenso mar, nada lo contiene. Es como un fuego que derrite las rejas del corazón. Deja que entre ese fuego y serás la escritora que has soñado ser. ROSALBA ¿Lo cree? FLORENCIA Lo sé. Para cantar, Florencia Grimaldi tuvo que olvidar la infelicidad del miedo. ROSALBA ¿Por qué lo afirma? ¿Por qué tan segura? FLORENCIA Porque aún Florencia evoca con la voz su amor por Cristóbal. ROSALBA ¡La diva! ¡Usted es ella! FLORENCIA ¡No, sólo soy mi nombre! (Rosalba y Florencia se abrazan) CAPITÁN ¡Manaos! ¡Manaos! Interludio Escena Decimoséptima (Cubierta. Tarde) ARCADIO ¿Lo ves, Rosalba? Llegaremos a tiempo para ver a la Grimaldi. ARCADIO ¿Cómo? ¿No te alegras? (Rosalba se aproxima a Arcadio y lo besa) ROSALBA ¿Y si juntos buscáramos ser libres? ARCADIO ¿Amarnos sin temor? ROSALBA Le darás sentido a lo que escribo. (Arcadio la besa) ARCADIO ¡Guiarás mi vuelo! PAULA (Aparte) ¡Es el paisaje más hermoso que he visto! ÁLVARO ¡Claro que recuerdo! PAULA ¿De qué hablas? ÁLVARO Nuestro primer día. Llevabas un vestido de lino blanco y un pañuelo azul. PAULA Tal vez sea posible. ÁLVARO Tal vez sea posible. FLORENCIA (Aparte) ¡Manaos! Vengo a ti a cantarte mi verdad de amor. PAULA, ÁLVARO ¡Se cumplirá nuestro sueño! ROSALBA Le darás sentido, sin temor. ARCADIO Guiarás mi vuelo, sin temor. CAPITÁN ¡Manaos! ¡El Dorado en Manaos! (Riolobo interrumpe) RIOLOBO ¡Cólera! ¡Cólera! ¡Cólera! ¡Fiebre, delirio y condena! CAPITÁN ¡Maldita enfermedad! ROSALBA (Asustada) ¡Tengo miedo! ARCADIO ¡Ven! ÁLVARO, PAULA (Se abrazan asustados) ¡Cólera! ¡Cólera! FLORENCIA ¿Y Manaos, capitán? ¿Morirá? RIOLOBO La muerte intransigente en forma de escorbuto lepra, rabia, beriberi... ¡Inmunda cólera! Fiebres se ensañarán con nuestros cuerpos. TODOS ¡Moriremos! ¡Moriremos! CAPITÁN ¡Calma! ¡Calma! ¡Estaremos a salvo si no desembarcamos! FLORENCIA ¡No! (Florencia, devastada, se retira) TODOS ¡Cólera, cólera! ROSALBA ¿Y la diva? ¿No la escucharemos? ARCADIO No la escucharemos. CAPITÁN Lo siento ¡Miren! (el capitán señala un punto en el río donde se ven ataúdes flotando) RIOLOBO ¡La muerte flota sobre el río! CAPITÁN ¡Ataúdes! RIOLOBO ¡El último abrazo! (Florencia aparece en la cubierta) FLORENCIA (En voz muy baja) ¿Dónde estás, Cristóbal? ¿Vine hasta aquí para perderte de nuevo? ¿Te arrebató otra vez la selva voraz? ¿Por qué te siento cerca? (Florencia se levanta y empieza su última aria) Escúchame, Cristóbal mi voz vuela hacia ti como un ave y se cierne sobre el amor del mundo. De ti nació mi canto, de entre tus manos que en sueños y despiertas, veneran mariposas. Sé que estás escuchándome porque vuela mi canto. Si tú no la escucharas mi voz no volaría. De ti nace mi canto, por ti puede cruzar el río tumultuoso de los días o el río sereno de las noches; y allá, en la otra ribera, detenerse a escuchar su propio rumor de agua enamorada. Sé que me escuchas en la vida o la muerte. Si no lo escucharas no sonaría mi canto. Te siento palpitar en las alas de cada mariposa y en cada brillo verde, en el viento, en el agua, en el fondo de la selva, en la vida o la muerte. Te siento palpitar en el vuelo de mi canto, en el aire suave. Te siento en el aire. ¡Cristóbal! ¡Cristóbal! Te siento palpitar en el aire suave de mi canción. Aquí, aquí, aquí en mi canto. Digitalizado por: José Luis Roviaro 2024 |