DRITTE SZENE


(Nibelheim, unterirdische Kluft.
Alberich zerrt den kreischenden
Mime an den Ohren aus einer
Seitenschlufft herbei)

ALBERICH 
Hehe! Hehe!
Hieher! Hieher! 
Tückischer Zwerg!
Tapfer gezwickt 
sollst du mir sein,
schaffst du nicht fertig, 
wie ich's bestellt,
zur Stund' das feine Geschmeid'! 

MIME
(heulend)
Ohe! Ohe! 
Au! Au!
Laß mich nur los!
Fertig ist's, 
wie du befahlst,
mit Fleiß und Schweiß 
ist es gefügt:
nimm nur die 
Nägel vom Ohr! 

ALBERICH 
Was zögerst du dann
und zeigst es nicht? 

MIME 
Ich Armer zagte,
daß noch was fehle. 

ALBERICH 
Was wär' noch nicht fertig? 

MIME 
Hier... und da...

ALBERICH 
Was hier und da? 
Her das Geschmeid'!

(er will ihm wieder an das Ohr
fahren: vor Schreck läßt Mime ein
metallnes Gewirke, das er
krampfhaft in den Händen hielt,
sich entfallen. Alberich hebt es
hastig auf und prüft es genau)

Schau, du Schelm! 
Alles geschmiedet
und fertig gefügt, 
wie ich's befahl!
So wollte der Tropf 
schlau mich betrügen?
Für sich behalten 
das hehre Geschmeid',
das meine List 
ihn zu schmieden gelehrt?
Kenn' ich dich dummen Dieb?

(er setzt das Gewirk als Tarnhelm
auf den Kopf)

Dem Haupt fügt sich der Helm:
ob sich der Zauber auch zeigt?

(sehr leise)

"Nacht und Nebel... 
niemand gleich!"

(seine Gestalt verschwindet; statt
ihrer gewahrt man eine Nebelsäule)

Siehst du mich, Bruder? 

MIME 
(blickt sich verwundert um)
Wo bist du? Ich sehe dich nicht. 

ALBERICH 
(unsichtbar)
So fühle mich doch, 
du fauler Schuft!
Nimm das für dein Diebesgelüst! 

MIME 
(windet sich unter empfangenen
Geißelhieben, deren Fall man
vernimmt, ohne die Geißel selbst zu
sehen)
Ohe, Ohe! 
Au! Au! Au! 

ALBERICH 
(lachend, unsichtbar)
Hahahahahaha!
Hab' Dank, du Dummer!
Dein Werk bewährt sich gut!
Hoho! Hoho!
Niblungen all', 
neigt euch nun Alberich!
Überall weilt er nun, 
euch zu bewachen;
Ruh' und Rast 
ist euch zerronnen;
ihm müßt ihr schaffen 
wo nicht ihr ihn schaut;
wo nicht ihr ihn gewahrt, 
seid seiner gewärtig!
Untertan seid ihr ihm immer!
Hoho! Hoho! 
Hört' ihn, er naht:
der Niblungen Herr! 

(die Nebelsäule verschwindet dem
Hintergrunde zu. Mime ist vor
Schmerz zusammen gesunken. Loge
und Wotan lassen sich aus einer
Schlufft von oben herab)

LOGE 
Nibelheim hier:
Durch bleiche Nebel
was blitzen dort feurige Funken? 

MIME 
Au! Au! Au! 

WOTAN 
Hier stöhnt es laut:
was liegt im Gestein? 

LOGE 
(sich zu Mime neigend)
Was Wunder wimmerst du hier? 

MIME 
Ohe! Ohe! 
Au! Au! 

LOGE 
Hei, Mime! Munt'rer Zwerg!
Was zwickt 
und zwackt dich denn so? 

MIME 
Laß mich in Frieden! 

LOGE 
Das will ich freilich,
und mehr noch, hör':
helfen will ich dir, Mime! 

(er stellt ihn mühsam aufrecht)

MIME 
Wer hälfe mir? 
Gehorchen muß ich 
dem leiblichen Bruder,
der mich in Bande gelegt. 

LOGE 
Dich, Mime, zu binden,
was gab ihm die Macht? 
ESCENA TERCERA


(Nibelheim: "El País de los 
Nibelungos". Una cueva subterránea.
Alberico trae agarrado por una
oreja a Mime)

ALBERICO 
¡Hehe! ¡hehe!
¡Aquí, aquí! 
¡Hábil enano!
¡Ya verás como
te haré mucho daño 
si no haces a tiempo 
la delicada y laboriosa
tarea que te ordené!

MIME 
(chillando)
¡Ohe! ¡Ohe! 
¡Ay, ay! 
¡Déjame!
Ya está listo, 
tal como lo ordenaste;
ya está acabado,
con mucho esfuerzo y sudor.
¡Sácame pues,
las uñas de las orejas!

ALBERICO 
¿Por qué dudas tanto 
y no me lo enseñas?

MIME 
Yo, pobre de mí, 
dudaba por si faltaba algo.

ALBERICO 
¿Acaso no está listo?

MIME 
¡Así, así!

ALBERICO 
¿Cómo que así, así?
¡Dame lo que hayas hecho!

(quiere agarrarle de nuevo por las
orejas; del susto, Mime deja caer
un tejido de malla, metálica que
sostenía convulsamente en las
manos. Alberico lo recoge ligero y
lo examina detenidamente)

Mira, granuja,
todo forjado 
y preparado 
tal como lo ordené.
¿Acaso el pobre desdichado 
quería engañarme 
y quedarse con 
el espléndido objeto 
que mi astucia 
le enseñó a forjar?
Ladrón idiota, ¿te he descubierto?

(Se pone la malla en la cabeza como
Tarnhelm: "Yelmo encubridor")

Mi cabeza se ajusta al casco.
¿Funcionará el hechizo?

(en voz muy baja)

"¡La noche y la niebla...
no parecen nada!"

(su figura desaparece; en su lugar
se advierte una columna de niebla)

¿Me puedes ver hermano?.

MIME 
(mirando alrededor asombrado)
¿Dónde estás? No te veo.

ALBERICO 
(invisible)
Pues siénteme, villano gandul.
¡Toma esto 
por haber querido robarme!

MIME 
(se encoge aullando bajo una lluvia
de latigazos, cuyo restallar se
percibe sin que sea visible el 
látigo)
¡Ohe! ¡Ohe! 
¡Ay, ay, ay!

ALBERICO 
(riendo invisible)
¡Ja, ja, ja, ja, ja! 
¡Gracias, imbécil.
Has conseguido hacer 
un buen trabajo.
¡Hoho, hoho! 
vosotros, todos los nibelungos, 
ahora os inclinareis ante Alberico.
El está presente en todas partes, 
y os está observando.
Ya habéis descansado 
y reposado lo suficiente. 
Ahora, debéis trabajar para él, 
cuando no le podéis ver;
cuando menos le esperéis, 
estad alerta por si aparece.
Por siempre seréis sus súbditos.
Escuchad cómo se acerca 
el Señor de los Nibelungos.

(la columna de niebla desaparece
por el foro. Mime se retuerce de
dolor, tendido en el suelo. Loge y
Wotan se dejan caer desde un
pasadizo)

LOGE 
Aquí está Nibelheim.
¿Qué es esa brillante ráfaga de luz 
que resplandece entre la niebla?

MIME 
¡Ay, ay, ay!

WOTAN 
Alguien está gimiendo allí.
¿Quién se halla entre las rocas?

LOGE 
(inclinándose sobre Mime)
¿Por qué estás lloriqueando?

MIME 
¡Ohe! !Ohe!
¡Ay, ay!

LOGE 
¡Hola, Mime, alegre enano!
¿Qué es lo que tanto 
te atormenta y duele?

MIME 
¡Déjame en paz!

LOGE 
No sólo te dejaré en paz con placer, 
sino que además, escúchame bien, 
te ayudaré, Mime.

(lo pone en pié)

MIME 
¿Quién puede ayudarme?
Debo obedecer 
a mi propio hermano 
que me tiene encadenado.

LOGE 
¿Qué le dio el poder 
para poder encadenarte, Mime?
MIME 
Mit arger List 
schuf sich Alberich
aus Rheines Gold 
einem gelben Reif:
seinem starken Zauber 
zittern wir staunend;
mit ihm zwingt er uns alle,
der Niblungen nächt'ges Heer.
Sorglose Schmiede, 
schufen wir sonst wohl
Schmuck unsern Weibern, 
wonnig Geschmeid',
niedlichen Niblungentand;
wir lachten lustig der Müh'.
Nun zwingt uns der Schlimme,
in Klüfte zu schlüpfen,
für ihn allein 
uns immer zu müh'n.
Durch des Ringes Gold 
errät seine Gier,
wo neuer Schimmer 
in Schachten sich birgt:
da müssen wir spähen, 
spüren und graben,
die Beute schmelzen 
und schmieden den Guß,
ohne Ruh' und Rast
dem Herrn zu häufen den Hort. 

LOGE 
Dich Trägen soeben
traf wohl sein Zorn? 

MIME 
Mich Ärmsten, ach, 
mich zwang er zum Ärgsten:
ein Helmgeschmeid 
hieß er mich schweißen;
genau befahl er, 
wie es zu fügen.
Wohl merkt' ich klug, 
welch mächtige Kraft
zu eigen dem Werk, 
das aus Erz ich wob;
für mich drum hüten 
wollt' ich dem Helm;
durch seinen Zauber
Alberichs Zwang mich entzieh'n:
vielleicht... ja vielleicht
den Lästigen selbst überlisten,
in meine Gewalt ihn zu werfen,
den Ring ihm zu entreißen, daß, 
wie ich Knecht jetzt dem Kühnen
mir Freien er selber dann frön'! 

LOGE 
Warum, du Kluger, 
glückte dir's nicht? 

MIME 
Ach, der das Werk ich wirkte,
den Zauber, der ihm entzuckt, 
den Zauber erriet ich nicht recht!
Der das Werk mir riet 
und mir's entriß,
der lehrte mich nun,
- doch leider zu spät, -
welche List läg' in dem Helm:
Meinem Blick entschwand er,
doch Schwielen dem Blinden
schlug unschaubar sein Arm.

(schluchzend)

Das schuf ich mir Dummen 
schön zu Dank! 

(Wotan und Loge lachen)

LOGE 
(zu Wotan) 
Gesteh', nicht leicht 
gelingt der Fang. 

WOTAN 
Doch erliegt der Feind, 
hilft deine List! 

MIME 
(betrachtet die Götter
aufmerksamer)
Mit eurem Gefrage,
wer seid denn ihr Fremde? 

LOGE 
Freunde dir; 
von ihrer Not
befrei'n wir der Niblungen Volk! 

MIME 
(schrickt zusammen, da er Alberich
sich wieder nahen hört)
Nehmt euch in acht! 
Alberich naht. 

(er rennt vor Angst hin und her)

WOTAN 
(ruhig sich auf einen Stein setzend)
Sein' harren wir hier. 
MIME 
Con habilidad astuta, 
Alberico con el Oro del Rin, 
hizo un anillo de oro.
Ante su poderosa magia 
temblamos de asombro.
Con él, se impone sobre nosotros, 
nocturna raza de nibelungos.
Antes, herreros despreocupados, 
fabricábamos maravillosas joyas,
para nuestras mujeres, 
hermosos adornos 
para los nibelungos;
disfrutábamos con nuestro trabajo. 
Ahora el villano nos fuerza 
a meternos en cuevas 
para trabajar sólo para él.
Gracias al poder del anillo, 
su avaricia descubre dónde,
entre las grietas, 
se esconden nuevos filones de oro.
Nosotros tenemos que buscarlos, 
encontrarlos y picarlos 
para sacar el oro; 
fundir lo que hallamos 
y forjar las piezas 
sin descanso ni reposo 
para aumentar el tesoro 
de nuestro amo.

LOGE 
¿Y es tu holgazanería 
lo que ha provocado su enfado?

MIME 
¡Dios mío, pobre de mí!
A mí me destinó 
la tarea más dificultosa.
Me pidió que 
le forjara un casco, 
y me dio órdenes precisas 
de cómo hacerlo.
Me fijé bien en el gran poder 
que poseía la pieza que,
con el metal, 
había construido.
Y planeé quedarme con el casco 
para así gracias a su magia,
poder escapar 
de la tiranía de Alberico.
Sí, quizás así, 
podría burlarme de sus exigencias, 
arrancarle el anillo, 
liberarme y...
¡convertirme en su señor!

LOGE 
¿Y cómo es que, astuto,
tu plan no resultó?

MIME 
¡Ay!, porque aunque lo intenté, 
no recité bien el hechizo 
que me habría permitido vencerle.
El que me ordenó el trabajo 
y después me lo quitó de las manos,
me ha enseñado...
¡Oh, Dios mío, demasiado tarde!...
qué habilidades posee el casco. 
Desapareció de mi vista,
más, su callosa mano
golpeó invisible al ciego.

(sollozando)

¡Y, tonto que soy, así le obligué 
a darme las gracias por mi trabajo!.

(Wotan y Loge ríen)

LOGE 
(a Wotan)
He de admitir que la captura 
no resultará fácil.

WOTAN 
Pero, el enemigo se rendirá 
si tu astucia nos ayuda.

MIME 
(observando a los dioses con
atención)
¿Porque hacéis tantas preguntas?
Contestadme: ¿quiénes sois?

LOGE 
Tus amigos.
¡Liberaremos a los nibelungos 
de sus desdichas!

MIME 
(se sobresalta, pues oye que
Alberico se acerca de nuevo)
¡Id con cuidado!
Alberico viene hacia aquí.

(corre de acá para allá con miedo)

WOTAN 
(sentándose en una piedra)
Y aquí le esperaremos.
(Alberich, der den Tarnhelm vom
Haupte genommen und an den
Gürtel gehängt hat, treibt mit
geschwungener Geißel aus der
unteren, tiefer gelegenen Schlucht
aufwärts eine Schar Nibelungen vor
sich her: diese sind mit goldenem
und silbernem Geschmeide beladen,
das sie, all auf einen Haufen
speichern und so zu einem Horte
häufen)

ALBERICH 
Hieher! Dorthin! 
Hehe! Hoho!
Träges Heer, 
dort zu Hauf 
schichtet den Hort!
Du da, hinauf! 
Willst du voran?
Schmähliches Volk, 
ab das Geschmeide!
Soll ich euch helfen? 
Alle hieher!

(er gewahrt plötzlich Wotan und
Loge)

He! Wer ist dort? 
Wer drang hier ein?
Mime, zu mir, 
schäbiger Schuft!
Schwatztest du gar 
mit dem schweifenden Paar?
Fort, du Fauler!
Willst du gleich schmieden 
und schaffen?

(er treibt Mime mit Geißelhieben in
den Haufen der Nibelungen hinein)

He! An die Arbeit!
Alle von hinnen! 
Hurtig hinab!
Aus den neuen Schachten 
schafft mir das Gold!
Euch grüßt die Geißel, 
grabt ihr nicht rasch! 
Daß keiner mir müßig, 
bürge mir Mime,
sonst birgt er sich schwer 
meiner Geißel Schwunge!
Daß ich überall weile, 
wo keiner mich wähnt,
das weiß er, dünkt mich, genau!
Zögert ihr noch?
Zaudert wohl gar?

(er zieht seinen Ring vom Finger,
küßt ihn und streckt ihn drohend
aus)

Zittre und zage, 
gezähmtes Heer!
Rasch gehorcht 
des Ringes Herrn! 

(unter Geheul und Gekreisch
stieben die Nibelungen. Betrachtet
lange und mißtrauisch Wotan und
Loge) 

Was wollt ihr hier? 

WOTAN 
Von Nibelheims nächt'gem Land
vernahmen wir neue Mär':
mächtige Wunder 
wirke hier Alberich;
daran uns zu weiden, 
trieb uns Gäste die Gier. 

ALBERICH 
Nach Nibelheim 
führt euch der Neid:
so kühne Gäste, 
glaubt, kenn' ich gut! 

LOGE 
Kennst du mich gut, 
kindischer Alp?
Nun sag', wer bin ich, 
daß du so bellst?
Im kalten Loch, 
da kauern du lagst,
wer gab dir Licht 
und wärmende Lohe,
wenn Loge nie dir gelacht?
Was hülf' dir dein Schmieden,
heizt' ich die Schmiede dir nicht?
Dir bin ich Vetter, 
und war dir Freund:
nicht fein drum dünkt 
mich dein Dank! 

ALBERICH 
Den Lichtalben 
lacht jetzt Loge,
der list'ge Schelm:
bist du falscher ihr Freund,
wie mir Freund du einst warst:
haha! Mich freut's!
Von ihnen fürcht' ich dann nichts. 
(Alberico que se ha quitado de la
cabeza el Tarnhelm y lo ha colgado
del cinturón, viene empujando
delante de sí a golpes de látigo,
desde los pasadizos más profundos,
y oscuros un tropel de nibelungos:
éstos están cargados con joyas de
oro y plata que, bajo el permanente
apremio de Alberico, apilan en un
gran montón dorado formando un
tesoro)

ALBERICO 
Aquí, allá, 
¡Hehe! ¡Hoho!
vosotros, banda de holgazanes, 
amontonar el tesoro.
Ese de ahí...
¡Levántate!
¡Pueblo miserable!
Continuad con el hierro.
¿Necesitáis que os ayude?
¡Todo!
¡ponedlo todo ahí!

(de repente descubre a Wotan y
Loge)

¡Hei!, ¿quién hay ahí?
¿Quién ha entrado aquí?
Tú, Mime...
¡Canalla pordiosero!
¡Ven aquí.
¿Has estado de cháchara 
con este par de vagabundos?
¡Marchaos, holgazanes!
¡A las forjas, a los moldes!

(empuja a Mime a latigazos hacia el
montón de nibelungos)

¡Hei, empezad a trabajar!
¡Marchaos todos!. ¡De prisa!.
Extraedme más oro 
de los nuevos filones. 
Mi látigo os alcanzará 
si no picáis rápido.
Para asegurarme 
de que todos trabajáis, 
Mime se quedará como prenda, 
y lo pagará con mi látigo 
si no lo hacéis. 
Creo que sabe bien 
que estoy al acecho en todas partes,
incluso allí 
donde nadie puede verme
¿Todavía estáis aquí sin hacer nada?

(Se saca el anillo del dedo, lo
besa y lo muestra con voz
amenazadora)

¡Temblad y estremeceos, 
muchedumbre servil!
¡Obedeced sin demora 
al señor del anillo!

(entre gritos y gemidos los
nibelungos se dispersan. Ahora
observa larga y desconfiadamente a
Wotan y Loge))

¿Qué queréis aquí ?

WOTAN 
De la nocturna tierra 
de los Nibelungos 
hemos oído que Alberico hace obras 
que parecen milagros maravillosos;
y hasta aquí nos trajo el deseo
de poder deleitarnos con ellas.

ALBERICO 
Hasta la Tierra de los Nibelungos
os condujo la envidia;
creedme que os conozco muy bien, 
atrevidos huéspedes.

LOGE 
¿Que me conoces bien, 
gnomo infantil?
Pues, ahora dime 
¿quién soy yo 
para que así ladres tanto?
Cuando en tu frío cuchitril
acobardado por el miedo
te acurrucabas, 
¿quién te habría dado luz y fuego, 
si Loge no te hubiera sonreído?
¿De qué servías tú como forjador 
si yo mismo 
no te encendiera la forja?
Como primo y amigo tuyo,
me lo agradeces muy mal.

ALBERICO 
Entre los elfos, 
ríe ahora Loge, el astuto bribón.
Como seas un amigo tan falso 
para ellos,
como lo fuiste para mí, 
¡ja, ja, me alegro...!
Entonces nada temo de ellos..
LOGE 
So denk' ich, kannst du mir traun

ALBERICH 
Deiner Untreu trau' ich, 
nicht deiner Treu'!
Doch getrost trotz' ich euch allen! 

LOGE 
Hohen Mut 
verleiht deine Macht;
grimmig groß 
wuchs dir die Kraft! 

ALBERICH 
Siehst du den Hort,
den mein Heer 
dort mir gehäuft? 

LOGE 
So neidlichen sah ich noch nie. 

ALBERICH 
Das ist für heut, 
ein kärglich Häufchen:
Kühn und mächtig 
soll er künftig sich mehren. 

WOTAN 
Zu was doch frommt dir der Hort,
da freudlos Nibelheim,
und nichts für Schätze hier feil? 

ALBERICH 
Schätze zu schaffen 
und Schätze zu bergen,
nützt mir Nibelheims Nacht.
Doch mit dem Hort, 
in der Höhle gehäuft,
denk' ich dann Wunder zu wirken:
die ganze Welt 
gewinn' ich mit ihm mir zu eigen! 

WOTAN 
Wie beginnst du, Gütiger, das? 

ALBERICH 
Die in linder Lüfte Weh'n 
da oben ihr lebt,
lacht und liebt: 
mit goldner Faust
euch Göttliche fang' ich mir alle!
Wie ich der Liebe abgesagt, 
alles, was lebt, 
soll ihr entsagen!
Mit Golde gekirrt,
nach Gold nur sollt ihr noch gieren!
Auf wonnigen Höhn, 
in seligem Weben 
wiegt ihr euch;
den Schwarzalben
verachtet ihr ewigen Schwelger!
Habt acht! Habt acht!
Denn dient ihr Männer 
erst meiner Macht,
eure schmucken Frau'n, 
die mein Frei'n verschmäht,
sie zwingt zur Lust sich der Zwerg,
lacht Liebe ihm nicht!

(wild lachend)

Hahahaha! 
Habt ihr's gehört? 
Habt acht 
vor dem nächtlichen Heer,
entsteigt des Niblungen Hort
aus stummer Tiefe zu Tag! 

WOTAN 
(auffahrend)
Vergeh, frevelnder Gauch! 

ALBERICH 
Was sagt der? 

LOGE 
(dazwischen tretend)
Sei doch bei Sinnen!
Wen doch faßte nicht Wunder,
erfährt er Alberichs Werk?
Gelingt deiner herrlichen List,
was mit dem Horte du heischest:
den Mächtigsten 
muß ich dich rühmen;
denn Mond und Stern', 
und die strahlende Sonne,
sie auch dürfen nicht anders,
dienen müssen sie dir.
Doch - wichtig acht' ich vor allem, 
daß des Hortes Häufer, 
der Niblungen Heer,
neidlos dir geneigt.
Einen Reif rührtest du kühn; 
dem zagte zitternd dein Volk:...
doch, wenn im Schlaf 
ein Dieb dich beschlich',
den Ring schlau dir entriß...
wie wahrtest du, Weiser, dich dann? 
LOGE
Creo que puedes fiarte de mí.

ALBERICO 
Me fío de tu deslealtad,
no de tu lealtad. 
Pero con placer os desafío a todos.

LOGE 
Tu poder 
te da confianza.
Terriblemente grande 
creció tu fuerza.

ALBERICO 
¿Ves el tesoro 
que mis fieles sirvientes 
han amontonado para mí?

LOGE 
Nunca he visto uno tan envidiable.

ALBERICO 
No es más que lo que amontonan 
en un sólo día.
Fuerte y poderoso 
crecerá en el futuro.

WOTAN 
¿De qué te sirve aquí el tesoro 
si en Nibelheim
no hay diversión en que gastárselo?

ALBERICO 
La noche de Nibelheim 
me sirve para crear tesoros 
y cuando tenga 
un buen montón
acumulado en la cueva, 
entonces haré milagros...
¡Me apoderaré del mundo 
y no lo compartiré con nadie.

WOTAN 
¿Cómo empezarás, buen hombre?

ALBERICO 
Allá arriba, entre brisas
de los suaves céfiros 
vosotros vivís, reís y hacéis el amor.
Con mis manos de oro 
os atraparé a vosotros los dioses.
Como yo juré rechazar el amor, 
todas las cosas vivientes
también lo tendrán que repudiar.
Seducidos por el oro, 
tan sólo este ansiareis.
¡Sobre cimas maravillosas, 
flotando de felicidad, descansáis,
mientras al gnomo negro odiáis, 
eternos juerguistas! 
¡Id con cuidado, id con cuidado!
Porque cuando vosotros los hombres
estéis al servicio de mi poder,
el enano obligará 
a vuestras hermosas mujeres,
que ahora rechazan que las corteje,
a aceptar mis deseos, 
aunque el amor no le sonría...

(riendo salvajemente)

¡Ja, ja, ja, ja, ja! 
¿Me habéis oído?
¡Id con cuidado!
¡Guardaos del nocturno ejército 
si el tesoro del nibelungo, sale a la
luz desde las oscuras profundidades!

WOTAN 
(poniéndose en pié con cólera)
¡Muere, tonto malvado!

ALBERICO
¿Qué dices...?

LOGE 
(Dirigiéndose a Alberico)
¡Mantén la calma!
¿Quién no se desmaya de asombro 
ante el trabajo de Alberico?
Si tu astucia señorial te permite, 
gracias al tesoro, 
conseguir todo aquello que pides, 
entonces debo aclamarte 
como el más poderoso,
ya que la luna y las estrellas 
y el sol radiante 
no pueden más que servirte.
Pero, lo que es más importante, 
es que los que apilan el tesoro, 
la raza de los nibelungos, 
te obedecen sin envidiarte.
Con valentía, arrancaste un anillo 
al que toda tu gente temía; pero...
¿si mientras duermes, un ladrón...
se arrastrara hasta donde estés y 
con astucia te robara el anillo,
como te defenderías, sabio?
ALBERICH 
Der Listigste dünkt sich Loge;
andre denkt er 
immer sich dumm:
daß sein' ich bedürfte 
zu Rat und Dienst,
um harten Dank,
das hörte der Dieb jetzt gern!
Den hehlenden Helm 
ersann ich mir selbst;
der sorglichste Schmied,
Mime, mußt' ihn mir schmieden:
schnell mich zu wandeln, 
nach meinem Wunsch
die Gestalt mir zu tauschen, 
taugt der Helm.
Niemand sieht mich, 
wenn er mich sucht;
doch überall bin ich, 
geborgen dem Blick.
So ohne Sorge
bin ich selbst sicher vor dir,
du fromm sorgender Freund! 

LOGE 
Vieles sah ich, 
Seltsames fand ich,
doch solches Wunder 
gewahrt' ich nie.
Dem Werk ohne gleichen 
kann ich nicht glauben;
wäre das eine möglich,
deine Macht währte dann ewig! 

ALBERICH 
Meinst du, ich lüg' 
und prahle wie Loge? 

LOGE 
Bis ich's geprüft, 
bezweifl' ich, Zwerg, dein Wort. 

ALBERICH 
Vor Klugheit bläht sich
zum Platzen der Blöde!
Nun plage dich Neid!
Bestimm', in welcher Gestalt
soll ich jach vor dir stehn? 

LOGE 
In welcher du willst;
nur mach' vor Staunen mich stumm. 

ALBERICH 
(setzt den Helm auf)
"Riesenwurm 
winde sich ringelnd!" 

(sogleich verschwindet er. Statt
seiner windet sich eine ungeheure
Riesenschlange am Boden; sie
bäumt sich und sperrt den
aufgerissenen Rachen auf Wotan
und Loge zu)

LOGE 
(simulando tener miedo)
Ohe! Ohe!
Schreckliche Schlange, 
verschlinge mich nicht!
Schone Logen das Leben! 

WOTAN 
Hahaha! 
Gut, Alberich!
Gut, du Arger!
Wie wuchs so rasch
zum riesigen Wurme der Zwerg! 

(die Schlange verschwindet; statt
ihrer erscheint sogleich Alberich
wieder in seiner wirklichen Gestalt)

ALBERICH 
Hehe! Ihr Klugen, 
glaubt ihr mir nun? 

LOGE 
Mein Zittern mag dir's bezeugen.
Zur großen Schlange 
schufst du dich schnell:
weil ich's gewahrt,
willig glaub' ich dem Wunder.
Doch, wie du wuchsest,
kannst du auch winzig
und klein dich schaffen?
Das Klügste schien' mir das,
Gefahren schlau zu entfliehn:
das aber dünkt mich zu schwer! 

ALBERICH 
Zu schwer dir, 
weil du zu dumm!
Wie klein soll ich sein? 

LOGE 
Daß die feinste Klinze dich fasse,
wo bang die Kröte sich birgt. 


ALBERICH 
Pah! Nichts leichter! 
Luge du her!

(er setzt den Helm auf)

"Krumm und grau krieche Kröte!" 

(er verschwindet. Die Götter
gewarhren im Gestein eine Kröte
auf sich zukriechen)

LOGE 
(zu Wotan) 
Dort, die Kröte, 
greife sie rasch! 

(Wotan setzt seinen Fuß auf die
Kröte, Loge fährt ihr nach dem
Kopfe und hält den Tarnhelm in der
Hand)

ALBERICH 
Ohe! Verflucht! 
Ich bin gefangen! 

LOGE 
Halt' ihn fest, 
bis ich ihn band.

(Alberich wird plötzlich in seiner
wirklichen Gestalt sichtbar, wie er
sich unter Wotans Fuße windet.
Loge bindet ihm mit einem Bastseil
Hände und Füße) 

Nun schnell hinauf: 
dort ist er unser! 

(den Geknebelten, der sich wütend
zu wehren sucht, fassen Beide und
schleppen ihn mit sich zu der Kluft,
aus der sie herabkamen. Dort
verschwinden sie.)
ALBERICO 
Loge se cree que es 
el más listo de todos;
a los demás siempre 
nos considera idiotas.
Al ladrón le encantaría oír 
que lo necesitaría para que 
me aconsejara y sirviera, 
y así tener que agradecérselo. 
Yo mismo he creado este yelmo 
que me sirve para ocultarme. 
El herrero más habilidoso, 
Mime, lo tuvo que forjar para mí.
El yelmo me ayuda 
a transformarme rápidamente, 
a cambiar de forma como yo desee. 
Nadie que me busca, 
me encuentra,
pero yo estoy en todas partes, 
fuera de la visa de todos. 
Así que, ¡sin temor alguno, 
estoy a salvo de todos, incluso de ti, 
amigo amable y considerado!

LOGE 
He visto y presenciado 
muchas cosas,
pero nunca he sido testigo 
de un milagro tal.
No puedo creer que 
semejante trabajo pueda realizarse.
Si eso fuera posible, 
¡tu poder duraría por siempre!

ALBERICO 
¿Crees que estoy mintiendo 
y jactándome como Loge?

LOGE 
Hasta que no lo haya visto, 
dudaré de tu palabra, enano.

ALBERICO 
¡Se está hinchando de inteligencia 
hasta explotar el idiota!
Deja que la envidia te atormente.
Decide, bajo que forma 
quieres que me presente ante ti

LOGE 
Bajo la que quieras, 
pero déjame mudo de asombro.

ALBERICO 
(Poniéndose el casco).
"Serpiente gigante, 
produce dolor y daño".

(desaparece inmediatamente. En su
lugar repta por el suelo una
monstruosa y gigantesca serpiente,
que se endereza u alarga las
abiertas fauces hacia Wotan y
Loge)

LOGE 
(simulando tener miedo)
¡Oh, oh! 
¡Horrible serpiente, 
no me tragues!
¡Perdónale la vida a Loge!

WOTAN 
¡Ja, ja, ja! 
¡Bien hecho, Alberico!
¡Bien hecho, bribón!
¡Con qué rapidez se convirtió 
de enano en reptil monstruoso!.

(La serpiente desaparece, y en su
lugar aparece Alberico bajo su
propia forma)

ALBERICO 
Ja, ja ¿Ahora me creéis, 
listillos?

LOGE 
¡Mi temblor te lo puede demostrar!
En una gran serpiente te convertiste.
Porque lo he visto 
ahora creo en el milagro.
Pero, igual que creciste,
¿podrías también encogerte 
y hacerte pequeño?
Esa me parece la manera 
más inteligente y sutil 
de escapar al peligro.
Pero creo que es demasiado difícil...

ALBERICO 
¡Demasiado difícil para ti 
que eres tan tonto!
¿Cuán pequeño te gustaría que fuera?

LOGE 
Como para meterte en una rendija,
allí donde el sapo se esconde.


ALBERICO 
¡Bah! ¡No hay nada más fácil!
¡Mira!

(Se pone el casco).

"¡Arrástrate, sapo, gris y viejo!"

(desaparece. Los dioses descubren
entre las piedras un sapo que se
arrastra hacia ellos)

LOGE 
(a Wotan)
¡Ahí tienes al sapo!
¡Atrápalo, rápido!

(Wotan pone su pié encima del
sapo. Loge rápidamente lo agarra
por la cabeza y sostiene en la mano
el Tarnhelm).

ALBERICO 
¡Oh, maldición! 
¡Estoy atrapado!

LOGE 
Sujétalo bien 
hasta que lo ate.

(Alberico ha vuelto a hacerse
visible de repente en su figura
verdadera, como si debatiera bajo
el pié de Wotan. Loge le ata los pies
y las manos con una tira de piel)

¡Ahora, rápido; 
ya está, ya es nuestro!

(ambos cogen al maniatado, que
intenta defenderse furiosamente, y
lo arrastran con ellos hasta la sima
por la que bajaron hasta que
desaparecen)

Escena Cuarta