Des Schäfers sein Haus und das steht auf zwei Rad,
steht hoch auf der Heiden, so frühe, wie spat;
und wenn nur ein Mancher so'n Nachtquartier hätt'!
Ein Schäfer tauscht nicht mit dem König sein Bett.
Und käm' ihm zur Nacht auch was Seltsames vor,
er betet sein Sprüchel und legt sich auf's Ohr;
ein Geistlein, ein Hexlein, so luftige Wicht',
sie klopfen ihm wohl, doch er antwortet nicht.
Einmal doch, da ward es ihm wirklich zu bunt:
es knopert am Laden, es winselt der Hund;
nun ziehet mein Schäfer den Riegel - ei schau!
da stehen zwei Störche, der Mann und die Frau.
Das Pärchen, es machet ein schön Kompliment,
es möchte gern reden, ach, wenn es nur könnt'!
Was will mir das Ziefer? ist so was erhört?
Doch ist mir wohl fröhliche Botschaft beschert.
Ihr seid wohl dahinten zu Hause am Rhein?
Ihr habt wohl mein Mädel gebissen in's Bein?
nun weinet das Kind und die Mutter noch mehr,
sie wünschet den Herzallerliebsten sich her.
Und wünsche daneben die Taufe bestellt:
ein Lämmlein, ein Würstlein, ein Beutelein Geld?
so sagt nur, ich käm' in zwei Tag oder drei,
und grüßt mir mein Bübel und rührt ihm den Brei!
Doch halt! warum stellt ihr zu Zweien euch ein?
es werden doch, hoff' ich, nicht Zwillinge sein?
Da klappern die Störche im lustigsten Ton,
sie nicken und knixen und fliegen davon.

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La casa del pastor se asienta sobre dos ruedas,
situada en alto, entre las landas, tanto temprano como tarde.
¡Ojalá muchos tuvieran asilo semejante para las noches!
Un pastor no cambiaría su lecho ni con el rey.
Y si cualquier cosa extraña viniera a ocurrirle por la noche,
él no dejará de decir sus oraciones y acostarse:
ya puede un diablillo, una brujita u otra criatura voladora
acudir a golpear su puerta, que él no responderá.
Una vez, sin embargo, la cosa pasó de castaño oscuro:
golpecitos en las contraventanas, gemidos del perro.
Ahora mi pastor levanta el pestillo y ¡ah, mira!
allí estaban dos cigüeñas, el marido y la mujer.
La pareja se deshizo en cortesías,
¡con gusto hablarían si pudieran!
¿Qué sentido tendrá este griterío? ¡Esto es inaudito!
Pero de todas maneras, seguro que me traen un alegre recado.
Vosotras debéis de tener vuestra casa por ahí abajo, junto al Rin.
¿Le habéis mordido acaso a mi criatura en la pierna?
Ahora el niño llora y la madre todavía más,
pues ella desea tener junto a sí a lo más amado de su corazón;
además ella querrá encargar algo para el bautizo:
¿quizás un corderito, una salchichita o un poquito de dinero?
Decidle, pues, que volveré en dos o tres días,
y que salude en mi nombre a mi pequeño y le prepare la papilla.
Pero ¡alto! ¿Por qué os habéis presentado dos?
Espero que no se trate de gemelos.
Entonces castañetearon las cigüeñas en alegres tonos,
asintieron con la cabeza, hicieron una reverencia y salieron volando de allí.
Escaneado y traducido por:
Abel Alamillo 2005
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