CANCIONES DE AMOR Op.52 (1869)

(Liebeslieder)

Música Johannes Brahms (1833 - 1897)

Texto Georg Friedrich Daumer  (1800 - 1875)

 

1.-
Rede, Mädchen, allzu liebes,
das mir in die Brust, die kühle,
hat geschleudert mit dem Blicke
diese wilden Glutgefühle!

Willst du nicht dein Herz erweichen,
willst du, eine Überfromme,
rasten ohne traute Wonne,
oder willst du, daß ich komme?

Rasten ohne traute Wonne,
nicht so bitter will ich büßen.
Komme nur, du schwarzes Auge.
Komme, wenn die Sterne grüßen.

2.-
Am Gesteine rauscht die Flut,
heftig angetrieben:
wer da nicht zu seufzen weiß,
lernt es unterm Lieben.

3.-
O die Frauen, o die Frauen,
wie sie Wonne tauen!
Wäre lang ein Mönch geworden,
wären nicht die Frauen!

4.-
Wie des Abends schöne Röte
möcht' ich arme Dirne glühn,
Einem, Einem zu gefallen,
sonder Ende Wonne sprühn.

5.-
Die grüne Hopfenranke,
sie schlängelt auf der Erde hin.
Die junge, schöne Dirne,
so traurig ist ihr Sinn!

Du höre, grüne Ranke!
Was hebst du dich nicht himmelwärts?
Du höre, schöne Dirne!
Was ist so schwer dein Herz?

Wie höbe sich die Ranke,
der keine Stütze Kraft verleiht?
Wie wäre die Dirne fröhlich,
wenn ihr das Liebste weit?

6.-
Ein kleiner, hübscher Vogel nahm den Flug
zum Garten hin, da gab es Obst genug.
Wenn ich ein hübscher, kleiner Vogel wär,
ich säumte nicht, ich täte so wieder.

Leimruten-Arglist lauert an dem Ort;
der arme Vogel konnte nicht mehr fort.
Wenn ich ein hübscher, kleiner Vogel wär,

ich säumte doch, ich täte nicht wieder.
Der Vogel kam in eine schöne Hand,
da tat es ihm, dem Glücklichen, nicht and.
Wenn ich ein hübscher, kleiner Vogel wär,
ich säumte nicht, ich täte doch wieder.

7.-
Wohl schön bewandt war es vorehe
mit meinem Leben, mit meiner Liebe;
durch eine Wand, ja, durch zehn Wände
erkannte mich des Freundes Sehe;
doch jetzo, wehe, wenn ich dem Kalten
auch noch so dicht vorm Auge stehe,
es merkt's sein Auge, sein Herze nicht.

8.-
Wenn so lind dein Auge mir
und so lieblich schauet
jede letze Trübe flieht,
welche mich umgrauet.

Dieser Liebe schöne Glut,
laß sie nicht verstieben!
Nimmer wird, wie ich, so treu
dich ein Andrer lieben.

9.-
Am Donaustrande, da steht ein Haus,
da schaut ein rosiges Mädchen aus.
Das Mädchen, es ist wohl gut gehegt,
zehn eiserne Riegel sind vor die Türe gelegt.
Zehn eiserne Riegel das ist ein Spaß;
die spreng ich, als wären sie nur von Glas.

10.-
O wie sanft die Quelle sich
durch die Wiese windet;
O wie schön, wenn Liebe sich
zu der Liebe findet!

11.-
Nein, es ist nicht auszukommen mit den Leuten;
Alles wissen sie so giftig auszudeuten.
Bin ich heiter, hegen soll ich lose Triebe;
bin ich still, so heißts, ich wäre Irr aus Liebe.

12.-
Schlosser auf, und mache Schlösser,
Schlösser ohne Zahl!
Denn die bösen Mäuler will ich
schließen allzumal.

13.-
Vögelein durchrauscht die Luft,
sucht nach einem Aste;
und das Herz, ein Herz, ein Herz begehrt´s,
wo es selig raste.

14.-
Sieh, wie ist die Welle klar,
blickt der Mond hernieder!
Die du meine Liebe bist,
liebe du mich wieder!

15.-
Nachtigall, sie singt so schön,
wenn die Sterne funkeln.
Liebe mich, geliebtes Herz,
küsse mich im Dunkeln!

16.-
Ein dunkeler Schacht ist Liebe,
ein gar zu gefährlicher Bronnen;
da fiel ich hinein, ich Armer,
kann weder hören noch sehn,
nur denken an meine Wonnen,
nur stöhnen in meinen Wehn

17.-
Nicht wandle, mein Licht, dort außen
im Flurbereich!
Die Füße würden dir, die zarten,
zu naß, zu weich.
All überströmt sind dort die Wege,
die Stege dir;
so überreichlich tränte dorten
das Auge mir.

18.-
Es bebet das Gesträuche;
gestreift hat es im Fluge ein Vögelein.
In gleicher Art erbebet die Seele mir,
Erschüttert von Liebe, Lust und Leide,
gedenkt sie dein.
 


1.-
Dime, niña, amada sobre todas las cosas,
por qué en mi pecho, tan frío,
has encendido con tu mirada
este fogoso ardor.

¿No quieres dulcificar tu corazón?
¿Acaso quieres, virtuosa,
vivir sin conocer las delicias del amor?
¿O quieres que yo llegue hasta a ti?

Vivir sin conocer las delicias del amor,
nada tan amargo quisiera soportar.
Ven pues tú, el de los ojos negros.
Ven cuando las estrellas brillen.

2.-
Contra las rocas el torrente
violentamente se estrella:
aquel que no sepa lo que es gemir,
lo aprenderá del amor.

3.-
¡Ah, las mujeres, las mujeres,
con cuántos placeres nos deleitan!
¡Tiempo hace que me hubiese hecho monje,
si no fuese por las mujeres!

4.-
Con la belleza del rojo atardecer
me gustaría a mí, pobre chica, resplandecer;
y a uno, a uno sólo, gustar:
¡qué fuente infinita de felicidad!

5.-
Los verdes zarcillos de la parra,
caen girando sobre sí mismos hacia el suelo.
La joven y hermosa doncella,
¡qué triste está!

Decid, verdes zarcillos,
¿por qué no os alzáis hacia el cielo?
Di tú, hermosa joven,
¿por qué te pesa tanto el corazón?

¿Cómo pueden los zarcillos alzarse,
sin un apoyo que los sostenga?
¿Cómo puede la joven alegrarse,
cuando su bien amado no está?

6.-
Un pequeño y hermoso pájaro alzó el vuelo
hasta el jardín en donde abundan los frutos.
Si yo fuese un hermoso pajarillo,
no lo dudaría, otro tanto haría.

Ramas maliciosamente encoladas le esperaban allí.
El pobre pájaro no podía volar.
Si yo fuese un hermoso pajarillo,
dudaría, otro tanto no haría.

El pájaro cayó en una bella mano,
otra cosa no quería el afortunado.
Si yo fuera un hermoso pajarillo,
no lo dudaría, otro tanto haría.

7.-
¡Qué felices parecían ser hace tiempo
mi vida y mi amor!
A través de una pared, incluso de diez paredes,
me llegaba la mirada del amigo;
pero ahora ¡ay! tan frío y distante está
que por más cerca que yo esté de su mirar
ni sus ojos ni su corazón reparan en mí.

8.-
Cuando tus dulces ojos sobre mí
tan tiernamente se posan,
hasta el último pesar
desaparece.

¡No permitas que se extinga
el bello resplandor del amor!
Nunca tan sinceramente como yo
te amará nadie.

9.-
En las orillas del Danubio hay una casa.
Allí vive una muchachita en flor.
La muchachita está bien guardada
pues diez cerrojos cierran su puerta.
Diez cerrojos de hierro ¡qué tontería!
yo los haré saltar como si fuesen de cristal.

10.-
Cuán suavemente el riachuelo
a través de la pradera corre.
¡Cuánta dicha cuando el amor,
al amor encuentra!

11.-
No, no hay nada que hacer con la gente;
todo lo interpretan retorcidamente.
Si estoy alegre, es que me ocupo en malas ideas.
Si estoy tranquilo, es que el amor me ha enloquecido.

12.-
¡Vamos, cerrajero, fabrica candados,
muchos candados!
Quiero a las malas lenguas,
de una vez por todas, acallar.

13.-
El pajarillo cruza rápido el aire
buscando una rama.
Un corazón, otro, otro corazón persigue,
donde pueda tranquilo reposar.

14.-
¡Mira qué claras son las olas
cuando la luna las ilumina!
Tú, que eres mi amor,
¡ámame también tú!

15.-
Que hermoso canta el ruiseñor
cuando las estrellas brillan.
¡Ámame, querido corazón,
bésame en la oscuridad!

16.-
Un oscuro pozo es el amor,
y muy peligroso;
en él he caído ¡pobre de mí!
no puedo oír ni ver,
sólo soñar con mi felicidad,
sólo llorar mi dolor.

17.-
¡No te aventures, amor mío, ahí fuera,
en la campiña!
Para tus pies, tan delicados,
está demasiado húmeda, demasiado blanda.
Totalmente inundados están los caminos,
los senderos, para ti;
tan profusamente han llorado
mis ojos.

18.-
Tiembla el arbusto;
lo ha agitado el vuelo de un pajarillo.
De la misma forma tiembla mi alma,
agitada por el amor, la alegría y el sufrimiento,
cuando pienso en ti.



Escaneado y Traducido por:
Jesús María Aréjula 2006