ADELAIDA Op. 46 (1795)

(Adelaide)

Música de Ludwig van Beethoven (1770 - 1827)

Texto de Friedrich von Matthisson (1761 - 1831)

 

Einsam wandelt dein Freund im Frühlingsgarten, 
Mild vom lieblichen Zauberlicht umflossen, 
Das durch wankende Blütenzweige zittert, 
Adelaide! 

In der spiegelnden Flut, im Schnee der Alpen, 
In des sinkenden Tages Goldgewölken, 
Im Gefilde der Sterne strahlt dein Bildnis, 
Adelaide! 

Abendlüfte im zarten Laube flüstern, 
Silberglöckchen des Mais im Grase säuseln, 
Wellen rauschen und Nachtigallen flöten: 
Adelaide! 

Einst, o Wunder! entblüht auf meinem Grabe 
Eine Blume der Asche meines Herzens; 
Deutlich schimmert auf jedem Purpurblättchen: 
Adelaide! 



Por primavera, tu amigo pasea solitario por el jardín,
bañado por la mágica luz de la enramada en flor
mecida por el viento.
¡Adelaida!

En el plateado arroyo, en la nieve de los Alpes, 
en las doradas nubes del atardecer,
en el destello de las estrellas, te veo a ti.
¡Adelaida!

El viento del ocaso susurra en la fronda,
las campanillas de mayo murmuran en la hierba,
las olas braman y los ruiseñores cantan:
¡Adelaida!

Un día ¡oh, milagro! brotó sobre mi tumba 
una flor de la ceniza de mi corazón,
cada uno de sus rojos pétalos proclama:
¡Adelaida!



Escaneado y Traducido por:
Eduardo Almagro 2009